Rebelión Social, y el Separatismo Mapuche por la Araucanía 2019

Una maniobra perpetrado por Reino Unido al estilo de Cataluña, España para apoderarse de los recursos de las tierras, bajo la bandera creada por Londres.

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Patricio Lons

La izquierda indigenista mapuche y el movimiento secesionista en Argentina y Chile:

Se ha definido al separatismo como una ideología que promueve la desunión de una o varias partes de una entidad política, religiosa o territorial. Por lo general, el separatismo o secesionismo es alentado por minorías radicalizadas que aspiran a la autonomía respecto a una institución política o religiosa o una entidad territorial y eligen como medio de expresión para sus reclamos la acción violenta. En el caso de la separación territorial las razones pueden ser regionales, étnicas, lingüísticas, culturales, religiosas, económicas, políticas o la combinación de algunas de estas, como ocurre en España con los vascos, los gallegos y los catalanes, o en Argentina y Chile con los mapuches. El separatismo a través de la distinción cultural puede horadar una hegemonía nacional en el intento de crear un estado autónomo de carácter supranacional que unifique en una misma entidad territorial, las extensiones de tierras de dos países diferentes.

El separatismo político persigue la soberanía e independencia de un territorio o comunidad que, normalmente, está formada por personas con una conciencia e identidad nacional definidas. No siempre los movimientos separatistas son socialmente violentos. En Canadá, por ejemplo, existe un movimiento separatista que es absolutamente pacífico y existe desde la década del ’60 en la provincia de Quebec. Otros grupos pacíficos lograron sus objetivos en Checoslovaquia y la Unión Soviética. Singapur también se escindió pacíficamente de la Federación de Malaysia. Los Estados Confederados de América sólo acudieron a la guerra en 1861 tras una serie de secesiones constitucionalmente legales. En México hubo varios movimientos separatistas, algunos de ellos exitosos, permitiendo la existencia de la República de California, la República de Texas, la República del Río Grande, la República del Yucatán y Las Provincias Unidas de Centroamérica. También existieron movimientos en el estado de Chiapas.

El Secesionismo europeo e hispanoamericano

El separatismo también puede tomar la forma de una reacción violenta, canalizando sus reclamos por medido del empleo del terrorismo. Los movimientos separatistas que promueven el terrorismo como una forma de «acción directa» entienden que es la «única» manera de conseguir su objetivo de liberación nacional. Entre ellos se incluyen a la organización terrorista ETA en España y Francia, a los separatistas Sij en India durante la década de los 80, el IRA en Irlanda desde la década de 1910, y el Frente de Liberación de Quebec en los años 60. Su estrategia de guerrilla puede degenerar en guerras civiles, tal y como ocurriera en Chechenia.

En España también encontramos diferentes separatismos, como el nacionalismo vasco y el nacionalismo catalán, que reivindican el separatismo frente a España y Francia, reclamando territorios pertenecientes actualmente a estos dos estados como parte de Euskal Herria y Cataluña respectivamente. Con respecto al sentimiento separatista vasco, alrededor de los años 70, surgieron una serie de movimientos a favor de lograr el separatismo por medios armados, incluyendo el terrorismo, como la organización terrorista ETA o su antigua rama política ETA-PM, ese grupo terrorista, ETA, no opera medios armados en la actualidad. En Cataluña surgieron dos grupos terroristas armados llamados EPOCA y Terra Lliure, este último se disolvió en 1995 después de 15 años de activismo. Otros movimientos separatistas en España están representados también por el nacionalismo gallego y el aragonés pero en menor medida, además en España existen otros nacionalismos históricos como el andaluz, el castellano, el nacionalismo canario y el valenciano.

Importa señalar, además, que el ancestral sentimiento español de vascos y catalanes marca una diferencia clave con nacionalismos como los de Europa central, donde las minorías integradas en los imperios austríaco, turco o ruso, como los checos, los serbios, los búlgaros o los polacos nunca se sintieron austríacos, turcos o rusos. La integración del País Vasco o de Cataluña en España no procede de invasiones o conquistas, como las de aquellos pueblos centroeuropeos, o la de Irlanda, Quebec, etc.

Por tanto, los factores señalados no explican gran cosa. Las minorías radicalizadas de nacionalistas vascos y catalanes supieron utilizarlos a su favor, pero no conducían de por sí al separatismo, de hecho el apoyo a estas facciones minoritarias en España va en declive debido al cansancio de sus coterráneos ante el despliegue de violencia y terrorismo. La idea de que existía un caldo de cultivo muy favorable a los nacionalismos en Cataluña y Vasconia es falsa.

Los apóstoles que difunden el evangelio separatista en España tratan de oponer el sentimiento vasco o catalán al sentimiento español, cuando antes la gente no encontraba esas cosas contrarias, sino complementarias. En realidad, la expansión de esos movimientos requirió un esfuerzo muy arduo y una habilidad muy notable para desarraigar o debilitar en los vascos y los catalanes, o en parte de ellos, el sentimiento hispano. Y una herramienta fundamental para lograr este propósito fue la ideología marxista-leninista o la anarquista. Es en este espejo hispano donde se miran hoy día las organizaciones separatistas mapuches que toman los casos de Catalunya y el País Vasco como modelo de estados o entidades territoriales autónomas.

Las naciones del norte de la Península Itálica mantuvieron su independencia durante siglos (por ejemplo, el Véneto tuvo una identidad separada desde el siglo X hasta el XIX como República de Venecia; Liguria se mantuvo independiente durante casi siete siglos como República de Génova). El separatismo de la Italia septentrional no sólo tiene raíces económicas, sino también lingüísticas y culturales. Existen también movimientos separatistas en Sicilia y Cerdeña.

En América Latina un ejemplo de esto fue La Cosiata, un movimiento político que estalló en la ciudad de Valencia (Venezuela) llevado a cabo por el general José Antonio Páez el 30 de abril de 1826, con la finalidad de separar a Venezuela de la Gran Colombia. En Bolivia surgieron también grupos separatistas, el problema nace a través del Departamento de Santa Cruz y el resto de la región del Oriente de Bolivia, pues se han denominado dichas regiones como la Nación Camba, al resto del país le provocó controversia y aún hoy en día sigue bajo el Gobierno del Presidente Evo Morales. Cuando según analistas bolivianos al exigir la Autonomía, es separarse de Bolivia y formar una nación excluyendo a las regiones de Occidente.

En Ecuador hay grupos separatistas que reclaman los territorios de la costa Ecuatoriana como partes de la antigua Provincia Libre de Guayaquil, República independiente desde 1820 a 1822 cuyos territorios comprendían desde la región de Esmeraldas hasta Tumbes en Perú incluyendo las islas Galápagos, estos grupos Guayaquileños reclaman su independencia argumentando que su anexión a la Gran Colombia fue por la fuerza gracias a una invasión militar de Simón Bolívar por lo tanto la entidad jurídica Provincia Libre de Guayaquil aún existe basados en el principio jurídico del Uti possidetis iure (del latín, «como poseéis de acuerdo al derecho, así poseeréis»), entendido como una acción de derecho en virtud del cual las partes beligerantes conservan provisionalmente​ el territorio poseído hasta el final de un conflicto, internamente, hasta que se disponga otra cosa por un tratado entre las partes.

Este principio proviene del derecho romano, que autorizaba a la parte beligerante reclamar el territorio que había adquirido tras una guerra. A partir de ello, el término ha sido utilizado históricamente para legitimar conquistas territoriales. Según parece, este axioma jurídico derivó de la expresión latina uti possidetis, ita possideatis (en latín «como tu poseías, continuarás poseyendo»).

Además, para los separatistas ecuatorianos sus territorios siguen siendo los mismos que durante el período presidencial de José Joaquín de Olmedo, además también se basan en artículos aprobados en una constitución realizada por Olmedo donde queda claro que los Guayaquileños como nación se reservan el derecho de pertenecer y formar parte a cualquier gran asociación Sudamericana que escojan y por lo tanto está implícito el derecho a dejar de pertenecer y formar parte del Ecuador cuando gusten.

La separación de Panamá de Colombia, fue un movimiento surgido como consecuencia de la no ratificación por parte del senado de Colombia del Tratado Herrán-Hay, Estados Unidos apoyó a los separatistas panameños en miras a la construcción del canal en el istmo.

En México surgen grupos separatistas, como los intentos de la independencia o el anexionismo en la región noreste de México que tiene antecedentes muy remotos. En Asia un ejemplo es el caso del Tíbet, en 2008 pidieron su independencia y acusando a China por reprimir, incluso hubo enfrentamientos provocando lesiones físicas severas, durante el recorrido de la Antorcha Olímpica se ha amenazado en balboquear los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.

Los movimientos separatistas violentos y minoritarios recurren a tácticas de terrorismo, a la guerra de guerrillas, a una acción violenta que no se desarrolla en el terreno contra fuerzas armadas o militares, si no contra la población civil local, y, en ocasiones, contra la población civil del territorio del que pretenden separarse. Ejemplos de este terrorismo separatista son el vasco de ETA o el norirlandés del IRA.

Y actualmente, en Argentina y Chile, en Argentina a través de grupos como Resistencia Ancestral Mapuche, el Movimiento Mapuche Autónomo del Puel Mapu o en Chile mediante grupos como Aukin Wallmapu Ngulam (Consejo de Todas las Tierras), la Coordinadora de Comunidades en Conflicto Arauco-Malleco (más conocida como Coordinadora Arauco-Malleco o CAM), la Coordinadora Territorial Lafkenche, la Coordinadora Mapuche de Santiago y la Organización Mapuche Meli Wixan Mapu de Santiago, que persiguen la finalidad de una separación territorial de dos países con fronteras comunes. La Coordinadora de Comunidades en Conflicto Arauco-Malleco es una organización política y comunitaria que se inscribe ideológicamente en el espectro de la izquierda indigenista y, como tal,​ reivindica la autonomía del pueblo mapuche respecto al estado de Chile.

La violencia de sus métodos han sido calificados de terrorismo ya que es conocida por las imputaciones en torno a los atentados incendiarios contra propiedad pública y privada, empresas forestales y demás instalaciones, en las regiones del Bíobío y La Araucanía además de «recuperaciones de tierras» mediante la toma y ocupación de haciendas (fundos) que reclaman como territorios mapuches usurpados, y por sus enfrentamientos contra Carabineros de Chile con armamento de fuego. La organización fue fundada en febrero de 1998, en Tranaquepe. En años recientes, ha sido acusada por la justicia de operaciones terroristas y algunos de sus miembros encarcelados por este y otro tipo de actividades, incluyendo asociación ilícita.

Pese a que en su momento las vinculaciones entre la FARC y la CAM fueron desmentidas por distintos grupos de izquierda no mapuches solidarios con la lucha emancipadora de los mapuches y declaradas como falsas, diciendo falazmente que con ello se pretende «demonizar» a los separatistas mapuches, lo real es que existen informes de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) chilena que aseguran que estos lazos efectivamente existirían y que serían bastante extensos.

​La organización Resistencia Ancestral Mapuche, dirigida por el lonko Facundo Jones Huala y monitoreada por Fernando Vaca Narvaja, el ex fundador y uno de los conductores de la banda terrorista de los años ’70, Montoneros, actúa en ambos países. El jueves 26 de enero de 2017, la prensa chilena informó que personal de carabineros había secuestrado una importante cantidad de armas de fuego a grupos mapuches separatistas «Ametralladoras, pistolas, armas de puño y municiones se les secuestró a un grupo señalado como activistas mapuches en la Región de La Araucanía. Hay dos detenidos con antecedentes de acciones violentas en la Patagonia chilena. Integrarían el mismo grupo al que identifican con el RAM de Jones Huala», alertaba el portal de noticias Red43 de Chubut con información del portal de noticias biobiochile.cl.

«Desde el otro lado de la Cordillera de Los Andes, se ha señalado que los grupos activistas mapuches tienen vinculación con el movimiento Resistencia Ancestral Mapuche que lidera Facundo Jones Huala, sobre quien todavía pesa el pedido de detención de la Justicia chilena por hechos realizados en el vecino país. Chile reclama su extradición para juzgarlo por terrorismo, tenencia de arma de fuego, incendio de propiedad con habitantes adentro y violación de la ley de extranjería».

Proyecto para crear un estado mapuche en Argentina y Chile

Excepto para ciertos sectores de la prensa, las autoridades gubernamentales o los observadores internacionales de la política, la presencia del grupo terrorista Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) en Chile y en el sur argentino parecía no existir para la opinión pública de Buenos Aires hasta que su violencia y su extremismo se hicieron sentir, como formas de un vandalismo gratuito y sin sentido, el viernes 4 y el lunes 7 de agosto en la capital argentina.

Desde hace varios años, se viene observando en algunos países de América del Sur un notable incremento de las acciones violentas de minorías radicalizadas que han montado sobre los históricos reclamos territoriales de las principales comunidades indígenas de la región una ideología marxista-leninista que desvirtúa la antigua y tradicional lucha de los pueblos aborígenes por un reconocimiento como comunidades naturales. A los ya conocidos casos de Perú, Ecuador y Bolivia, en América del Sur, o de México, en América del Norte, todos países referentes del movimiento indigenista americano, se suman ahora nuevos grupos en Argentina y Chile que presentan rasgos ideológicos y una misma praxis política que los asimilan a los grupos guerrilleros marxistas-leninistas de la década del ’60 y el ‘70.

A los observadores internacionales de los fenómenos sociopolíticos más atentos, no se les escapa que estos nuevos grupos hacen un uso de la lengua y la identidad cultural mapuche con la única pretensión de encubrir su acción política marxista-leninista bajo una pátina superficial de indigenismo que solo sirven para buscar apoyo en las comunidades aborígenes auténticas que les permita legitimar sus propios intereses políticos. Vale decir, se trata de nuevas agrupaciones de guerrilleros marxistas-leninistas que adoptan una falsa identidad indígena para imponer la visión retrógrada de un comunismo que ha sido la ruina de los países exportadores de esta nefasta ideología que se enrosca en el cuerpo de las naciones latinoamericanas como una boa constrictora que las asfixia social y económicamente entre los apretados anillos de su totalitarismo.

El «mapuchismo político», como otras corrientes del indigenismo político o la izquierda indigenista formadas en el pensamiento marxista-leninista de la izquierda insurreccional latinoamericana, son movimientos neo-marxistas como el que el zapatismo ha establecido primordialmente en Chiapas. Su proyecto central es instaurar una supremacía indígena (Bolivia es el caso paradigmático de esta corriente) sobre las poblaciones no indígenas. Cuando digo «neo-marxistas», quiero decir que el indigenismo político en sus expresiones más radicalizadas no solo mantienen una superficial apariencia aborigen, expresado en un discurso político matizados con expresiones y giros de la lengua mapuche, sino que a ella han incorporado la ideología marxista-leninista como elemento dinámico de cambio.

Separados desde la década del ’70 de los partidos políticos de izquierda chilenos —a los que el werken residente en Bristol Reynaldo Mariqueo acusa de desinteresarse de la causa mapuche—, mantienen fuertes contactos con organizaciones terroristas de izquierda latinoamericanas y europeas que piensan pueden contribuir mejor que, obviamente sus compatriotas chilenos, a lograr una emancipación de Wallmapu de Argentina y Chile. Por eso, cuando expresan sus reclamos los dirigentes indigenistas políticos en su discurso se detectan expresiones en mapudungún (del autoglotónimo mapudungun, «habla de la tierra», también conocido como mapuche o araucano) que unidos a conceptos neo-marxistas como «imperialismo»; «orden capitalista»; «capitalismo»; «latifundistas»; «testaferros de multinacionales» o «gerentes del poder político actual», «empresas transnacionales», etc., que demuestra el alto grado de adoctrinamiento ideológico recibido de los grupos guerrilleros setentistas como Montoneros, FARC o la guerrilla ochentista de Sendero Luminoso.

Es de estos grupos guerrilleros que actuaron durante las décadas del ’70 y el 80 que los grupos radicalizados del indigenismo político han adquirido esa visión totalitaria de la política, intolerante, agresiva, dominante y autoritaria, que rompe los límites de la identidad cultural indígena genuina y la traslada al seno de sus comunidades donde los aborígenes son más rehenes de esta nueva guerrilla de signo indigenista que sus supuestos beneficiarios. La fusión del indigenismo con la creciente instrumentalización política de la violencia social constituye la esencia de la actual guerra en contra del sistema democrático y republicano en nuestro país. Los mapuchistas radicales en su desprecio del «huinca», identificado con lo europeo y las ideas liberales, creen que son emancipados por no profesar ideas democráticas, no se dan cuenta que han sido colonizados por otra forma de mentalidad «huinca» que es la del imperialismo comunista.

Este nuevo indigenismo político emergió como resultado de una inclusión de elementos aborígenes en los programas revolucionarios marxistas que se generaron en los últimos años, sobre todo a partir de la «Revolución Bolivariana» de Hugo Chávez o el experimento indigenista-marxista, con su aparato narcoestatal y paramilitar, de Evo Morales en Bolivia. Esta variable del indigenismo político —que reivindica un racismo aborigen de corte etnocentrista y aboga por la control de las tierras— se basa en una confrontación sociopolítica, abierta y violenta, con la población de piel blanca (identificada racialmente con el europeo) que se traducen en hechos abominables como el degollamiento de mascotas como forma de intimidación a la población blanca, o las irrupciones de los llamados «Ponchos Rojos» de Evo Morales para imponer el pánico en los barrios habitados por blancos, siempre, por supuesto, contando con la atenta supervisión del régimen castrochavista venezolano, que ayuda a sostener al régimen cocalero con provisión de armamento y suculentas remesas de dinero.

El 6 de julio de 2012, el portal de noticias español Alerta Digital en su nota «Bolivia oficializa la «caza de brujas’ contra los españoles: Asesinatos, robos, agresiones racistas, intimidaciones» dio a conocer testimonios de españoles discriminados y atacados por el Evismo por ser blancos y europeos. «En Bolivia, los blancos, los occidentales, los europeos y especialmente los españoles somos discriminados, obligados a vivir con miedo y a veces con guardaespaldas, aislados. Los casos de abusos y discriminaciones son ya alarmantes. Hace unos meses, un español apareció quemado vivo en un campo cercano a la ciudad de Santa Cruz, agonizó durante horas y al final murió por efecto de las quemaduras. La Embajada de España en Bolivia y el Consulado en Santa Cruz no quisieron correr con los gastos de sepelio del infortunado».

«Desde que el Gobierno de Evo Morales asumiera sus funciones en el año 2005, el discurso xenófobo contra los blancos, los europeos y especialmente los españoles, ha dado como resultado una situación dramática para este colectivo minoritario en Bolivia, donde la mayoría de la población es mestiza y criolla. Tanto el presidente de Bolivia Evo Morales como el vicepresidente, Álvaro García Linera, no cesan de avivar el fuego del odio antiespañol y repiten incesantemente el mismo mantra de los cinco siglos bajo el yugo de España. Este discurso incendiario ha calado hondo en una población mayoritariamente analfabeta y sin capacidad crítica para analizar acontecimientos históricos».

«María, española residente en Bolivia desde hace más de una década, señala: “No aguantamos más, nos vamos, volvemos a España, aunque sea el peor momento para hacerlo por la crisis. Nos da hasta miedo salir a la calle, no sabes lo que te vas a encontrar, no puedo abrir la boca porque mi acento español me delata, todo lo que compro tengo que pagarlo mucho más caro que una persona de aquí, desde una lechuga hasta un arreglo de fontanería, y ojo con quejarse porque en el mejor de los casos te agreden y luego te roban todo lo que llevas encima”».

«José es administrador de un Consorcio español que opera en Bolivia. “Todos los días recibimos denuncias tanto de los trabajadores, de los clientes y otros, debido al sentimiento contra todo lo español. Estoy obligado a ir con guardaespaldas. Hasta me han denunciado por intento de asesinato por despedir a un trabajador. Lo que parecía un buen negocio en principio, no ha resultado serlo tanto ya que para parar las denuncias estamos obligados a pagar a todo un sistema que gira alrededor del aparato judicial y policial. Es penoso lo que está ocurriendo”, denuncia».

En 2006, el Vicepresidente García Linera caracterizaba al Evismo como sigue: «aunque su núcleo fuerte parta de una persona, el evismo es un hecho colectivo revelado como una práctica política». De este modo el vicepresidente boliviano perfiló los dos aspectos del Evismo: por un lado, se define como un hecho colectivo y, por otro, como un personalismo. Dicho de otro modo: La persona de Evo es la representación colectiva de una práctica política que pone su acento en el indigenismo político y la ideología marxista-leninista. De esta caracterización surgió un rasgo de este proceso político, por lo menos en su primer momento, que fue definido como la «izquierda indigenista». Esta caracterización estaba acompañada por ejes discursivos que pasan por el meridiano de un indigenismo de corte marxista-leninista: la descolonización, el reclamo histórico de los territorios indígenas, el culto pagano a la Pachamama (Madre Tierra) y la producción de coca a gran escala como manera de oprimir al «Imperialismo Yanqui» intoxicando a su sociedad con la droga.

El «mapuchismo político» como variante trasandina de la izquierda indigenista bolivariana

En Argentina, el proyecto autonomista de crear un estado mapuche en territorios argentinos y chilenos, es reciente y puede decirse que es impulsado por grupos indigenistas adoctrinados en Chile. Hay que reconocer que estos grupos indigenistas poseen un relativo poder de movilización de los sectores populares gracias al apoyo y participación de movimientos sociales, piqueteros, organizaciones de derechos humanos o partidos políticos de izquierda asociados o vinculados al Kirchnerismo, y que por esta razón sus acciones son más susceptibles de considerarse a la luz de su correlato en la política que es el llamado «Socialismo Siglo XXI» que, en el fondo no es otra cosa que un refrito de ideas decimonónicas y fórmulas políticas que aplicadas en el siglo XX han fracasado rotundamente.

El «Socialismo del siglo XXI» es un concepto que aparece en la escena mundial en 1996, a través del sociólogo y pensador alemán, radicado en México, Heinz Dieterich Steffan. El término adquirió difusión mundial desde que fue mencionado en un discurso por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el 30 de enero de 2005, en el V Foro Social Mundial. Los países latinoamericanos que tienen gobiernos que promueven estas ideas son Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia. En su obra «Socialismo del Siglo XXI», Dieterich Steffan se funda en la visión de Karl Marx sobre la dinámica social y la lucha de clases. Revisa la teoría marxista con ánimo de actualizarla al mundo de hoy, incorporando los avances del conocimiento, las experiencias de los intentos socialistas, develando sus limitaciones, entregando propuestas concretas tanto en la economía política como en la participación democrática de la ciudadanía para construir una sociedad libre de explotación.

En el marco de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías señaló que para llegar a este socialismo habrá una etapa de transición que el fallecido ex presidente venezolano ha denominado como «Democracia Revolucionaria». La «Democracia Revolucionaria» consiste en la organización popular de la movilización de los votantes como un método para mantener movilizado a las masas y legitimar una y otra vez el rumbo de la revolución. Lo que se propone la «Democracia Revolucionaria» es sustituir a la «Democracia Liberal», tal como la conocemos, a la que Chávez denominó «democracia débil y tonta» porque no es una democracia con vía al socialismo. Pero lo que Chávez denomina «Democracia Revolucionaria» no es otra cosa que el viejo Estalinismo soviético pasado por el filtro caribeño de la Revolución Cubana, vale decir, que en el fondo es un «Castrocomunismo».

La radicalización de posturas extremadas e intransigentes en los grupos que hacen de la identidad cultural indígena una forma de ideología política en el subcontinente americano, se inscribe en este concepto de la «democracia revolucionaria» de la ideología castrochavista que ya rige en Venezuela, Ecuador y Bolivia como bastiones del «nuevo socialismo» que no es más que un amasijo de viejas fórmulas marxistas fracasadas a la que ahora se le suma, como ingrediente extra, una pizca de fuerte etnocentrismo y otra de violencia social por la que se intenta plantear más abiertamente un enfrentamiento directo con los gobiernos centrales, al estilo de sus homólogos zapatistas de Chiapas, México.

Y como el cabecilla de los zapatistas en México, el «Subcomandante Marcos», que encabezó una lucha armada en la selva chiapaneca bajo el signo de una falsa identidad indígena lacandona, los «cabezas» (lonkos) de las agrupaciones mapuches radicalizadas son igualmente farsantes, sus supuestas raíces ancestrales mapuches son tan superficiales como una capa de barniz, bastará rasparla un poco para que aparezca la verdadera identidad de un «huinca» marxista-leninista.

Por eso es divertido —hasta sería hilarante si no fuera trágico por la violencia social que entrañan sus actos— descubrir la impostura de un «huinca» como el joven dirigente de La Cámpora, el barilochense Diego Pereyra, alias Kotaro, que se define a sí mismo como «mapuche» pero traicionan a su pretensión el color de su piel, sus ojos y cabellos que denotan su clara ascendencia europea. Diego Pereyra, alias Kotaro, o Facundo Jones Huala, son tan auténticos «mapuches» como el Dr. Rafael Sebastián Guillén Vicent, alias «Subcomandante Marcos» o «Subcomandante Galeano» es un genuino «maya lacandón». Son farsantes e impostores que usan un discurso político marxista-leninista adosado de expresiones lingüísticas aborígenes para legitimar su ideología como una expresión de los pueblos originarios. Pero, por su aspecto europeo, Diego Pereyra bien podría ser un almacenero gallego o un camorrero napolitano si no se le hubiera dado por el mapuchismo político.

Son farsantes e impostores como Rafael Sebastián Guillén Vicent, jefe del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), más conocido como «Subcomandante Marcos», que no tiene una sola gota de sangre maya lacandona. Y si bien trabajó de empleado rural en Chiapas, tampoco era un campesino indígena ni un trabajador analfabeto ni proletario, sino hijo de un próspero español propietario de una cadena de tiendas de muebles que estudió con los jesuitas y se graduó en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Guadalajara (Jalisco). Después se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de México, donde se doctoró en 1980 con la tesis Discursos prácticos e ideologías prácticas. Entre 1979 y 1983 fue profesor en la Universidad de Xochimilco, en el sur de la capital del país.

Bien conocida es esa necesidad de la izquierda revolucionaria por construir figuras mesiánicas que canalicen sus proyectos políticos totalitarios. Todos, en mayor o menor medida, son émulos del prototipo mesiánico del guerrillero encarnado en el argentino Ernesto «Che» Guevara Lynch de la Serna. Rafael Sebastián Guillén Vicent (1957), supo construir una imagen mesiánica de un guerrillero indígena porque, debajo de su pasamontañas negro, como ocurre con muchos de los «mapuches» de la agrupación Resistencia Ancestral Mapuche, ¿Quién puede diferenciar a un indígena de un europeo? Pero Guillén Vincent, experto en ciencias de las comunicaciones y el diseño gráfico, fue original al momento de construir su imagen.

Cambió la estética guerrillera de la boina negra del «Che» por una gorra maoísta, a la que agregó el uniforme militar, las bandoleras portacartuchos a la usanza de los viejos milicianos zapatistas, rescató la pipa del Che, aunque éste prefería más los habanos, y para darle un toque final, el pasamontañas negro que apenas permite ver dos penetrantes ojos y una prominente nariz aguileña. Es infaltable la figura icónica del guerrillero mesiánico para la mística utopía socialista, porque, no nos engañemos, la «revolución», como todo producto de exportación de los países centrales a los subdesarrollados, necesitan del marketing y la publicidad mediática. A veces, las imitaciones son tan patéticas y grotescas que se dice que en su empeño de parecer una reencarnación actual del Che Guevara, Rafael Sebastián Guillén Vicent, trató de copiar su modo afanoso de respirar, pues no olvidemos que el legendario guerrillero argentino era asmático.

Ahora estos cómicos de la legua (aunque sus actos de violencia no son graciosos) que salieron disfrazados de indígenas al escenario político y bajo la luz del populismo kirchnerista, como Diego Pereyra y Facundo Jones, intentan hacer algo análogo a lo del «Subcomandante Marcos», por eso el lonko se ha construido una imagen de «weichafé» (guerrillero), con vincha y poncho mapuche. Se dice que para un lonko mapuche es esencial demostrar que se posee una vista penetrante de águila, pero al pobre Jones Huala más que vista de águila sus ojos le ponen una mirada torva de loco escapado de un manicomio que, por supuesto, tratándose de un loco igual obtuvo ese aspecto de fiereza que se espera de un cacique patagónico. Para su desgracia la imagen que ha construido de sí mismo, pues se nota a la distancia que de «Mapuche» solo tiene la aspiración, ataviado con vincha y poncho se parece más al personaje de historieta creado por Dante Quinterno, el cacique Patoruzú, que al legendario general mapuche Calfucurá. En esta historieta que cualquier argentino mayor de 50 años habrá leído, recuérdese que se trataba de un hacendado indígena que era presentado como dueño de toda la Patagonia.

A la simplicidad del pensamiento «progre», nacional y popular, le basta para su repertorio pseudo americanista esa caricaturesca imagen para presentar a un líder «indígena» de una causa social poco definida, pero suficientemente clara en su intencionalidad política de desestabilizar a un gobierno democrático y en su ideología totalitaria marxista-leninista o, para los entendidos, simplemente Estalinista. Al igual que el Che, sus émulos intentan mostrarse como prebostes revolucionarios de la lucha contra el capitalismo, el imperialismo yanqui y el neoliberalismo explotador, pero a esta sociedad mediatizada de las redes sociales y de YouTube ya nadie le vende la utopía de aquel «mundo feliz» huxleyano del paraíso socialista, todos sabemos que en Cuba y en Venezuela la «Democracia Revolucionaria» ha pauperizado las economías, las culturas y las sociedades que han sucumbido a las demoliciones de su piqueta igualitaria donde lo que más se reparte es pobreza para «todos y todas».

Lo que no sabe (o si lo sabe no lo dice) la «intelligentzia» del progresismo y la vanguardia nacional y popular es que estos señores revolucionarios tan amigos de las libertades es que la lucha contra la supuesta esclavización de los indígenas, la deforestación de las selvas nativas (que ellos mismos han incendiado), son tan sólo trampolines que utilizan para dar el salto a la política, tal el caso del farsante dirigente de La Cámpora, Diego Pereyra, alias Kotaro, o del «lonko» Facundo Jones Huala. El mismo Rafael Sebastián Guillén Vicent supo utilizar la figura mediática del «Subcomandante Marcos» de manera inteligente para llegar al estrellato de la intelectualidad de izquierda. Él mismo, cuando fue inquirido sobre su personalidad contestó secamente: «Soy un mito genial». Típica respuesta esperable de alguien que, como decían las viejas tías, «no tuvo abuelita».

Les recomiendo el libro de Maite Rico y Bertrand de la Grange, «Subcomandante Marcos, La Genial Impostura» (1998), corresponsales en México de «El País» y «Le Monde», donde aparte de hacer una interesante introducción a la compleja sociedad mexicana, al momento que se nos explica el proceso de gestación y consolidación del «Subcomandante Marcos» como jefe del grupo terrorista zapatista, nos muestra el «Otro Yo» de Rafael Sebastián Guillén Vicent quien, al igual que sus admirados Ernesto «Che» Guevara o Fidel Castro Ruz, es un joven, burgués y brillante profesor de filosofía, ducho en la oratoria, que tras pasar de manera fugaz por las aulas de la universidad, decide ayudar en el ensamblaje de viejas y desarticuladas milicias terroristas en la Selva Lacandona, dirigidas, en su momento, por el Comandante Germán, hasta formar finalmente el EZLN; del que, poco a poco, gracias a su retórica y su imagen mediática, irá tomando el control.

Se nos explica también que, en realidad, la banda terrorista, llamada ejército zapatista, no es tan cuantiosa ni poderosa como se pretendió hacernos creer —apenas unos cientos de hombres mal armados— y que su fuerza se fundamente básicamente en el poder fáctico de los medios de comunicación. Visto desde esta perspectiva mediática, podría decirse que Rafael Sebastián Guillén Vicent, en su representación del líder indígena maya lacandón «Subcomandante Marcos» exige las dotes de un genial actor.

Como ha hecho Fidel Castro en Cuba o Chávez y Maduro en Venezuela, el «Subcomandante Marcos», al igual que todos los luchadores socialistas contra el capitalismo y el neoliberalismo, ha arrastrado a las ya de por sí empobrecidas comunidades mayas lacandonas que habitan en el casi improductivo territorio chiapaneco, no por nada llamado el «Desierto de la Soledad», a unas inútiles políticas colectivistas que sólo han empeorado los rendimientos y la productividad, por lo que los indios se ven obligados a trabajar, bajo férrea disciplina y vigilancia, severas horas de más, como ocurría con Milagro Sala en Jujuy.

Por eso, teniendo en cuenta el modelo fracasado del socialismo marxista-leninista en Cuba y Venezuela, la voluntad del lonko Facundo Jones Huala para ayudar a la comunidad mapuche es tan nula como la de su espejo o modelo, el Subcomandante Marcos (o Galeano) en Chiapas. El problema indígena, tal como lo plantea la ideología marxista-leninista del «mapuchismo» (voz que uso en el mismo sentido que Islamismo para definir una ideología que se reivindica como mapuche, sin ser auténticamente mapuche) es de difícil —si no imposible— solución, puesto que las demandas separatistas de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) se contraponen con la concepción misma de los Estados soberanos, ya que el planteo del retorno de las tierras que dicen pertenecerles a los mapuche, supondría la desaparición de las naciones involucradas tal como hoy las conocemos.

¿Qué implica el concepto de la izquierda indigenista de «devolución de tierras»?

Para tener una cabal idea de lo que realmente quieren decir los dirigentes mapuchistas cuando hacen referencia al tema de «devolución de tierras», no hace falta más que pasar por el tamiz sus propias declaraciones a la prensa. En octubre de 2000, el dirigente mapuche chileno José Benicio Huenchunao Mariñán, uno de los fundadores de la CAM, organización que en su país ha enfrentado diversos tipos de persecuciones judiciales, policiales y políticas desde el Gobierno del Presidente Ricardo Lagos, declaró: «Hoy en día el proceso que nosotros estamos llevando a cabo es de control de espacios territoriales y también queremos que dentro de esos espacios territoriales se de la autonomía política que debe ser ejercida por nuestras autoridades tradicionales, nuestros lonkos y nuestros werkenes y las autoridades que definan nuestras comunidades en forma colectiva al interior de la zona donde nosotros vamos a ir declarando en conflicto».

El 21 de marzo de 2007, desde su reclusión por actos de terrorismo en la cárcel de Angol, emitió un mensaje en su calidad de werken (vocero) mapuche, donde declara: «Ahora, el trasfondo de esto, es que yo soy un prisionero político perseguido por el estado chileno y el sistema de dominación capitalista que arrebata los recursos naturales que pertenecen a nuestro pueblo mapuche. Yo seré tan solo uno de los varios presos políticos mapuche que se encuentran recluido en diferentes cárceles de este estado chileno. Sabemos que las cárceles son un lugar de castigo que el estado chileno y sus operadores políticos y judiciales han destinado como paraderos para quienes luchan o representan social y políticamente al pueblo-nación mapuche. Más temprano que tarde, veremos cómo nuestro pueblo se despegará de esta opresión y transitará como pueblo digno por el camino de la libertad con autonomía y territorio. La demanda histórica de nuestro pueblo no podrá ser acallada, se levantará como emblema una y diez veces en el corazón y en el accionar político del mapuche. Nuestra gente sabe que sus presos, sus clandestinos y sus muertos, son por la justa demanda histórica de nuestro pueblo por sus derechos políticos y territoriales. (…) Sólo existirá justicia cuando al pueblo mapuche se le reconozcan sus derechos de pueblo-nación».

Detrás de este reclamo territorial del dirigente mapuche chileno, asoma una crítica al sistema republicano y democrático y a la economía capitalista, en la misma clave ideológica del pensamiento marxista-leninista. Históricamente la comunidad mapuche ha hecho reclamos territoriales como un lugar fijo de residencia para sus familias y sus bienes, pero jamás lo han hecho con intenciones separatistas como las que alienta la agrupación mapuchista de Jones Huala ni lo han solicitado con la virulencia de sus métodos violentos y sus prácticas terroristas. En enero de 2017, el mismo día que se cumplían cuatro años de que los activistas del lado chileno quemaron vivos al matrimonio Luchsinger-Mackay, fueron incendiados cuatro camiones. Hay un hostigamiento constante de este grupo terrorista que, ante la sensación de Estado Ausente y sin que, hasta el momento, se hayan coordinado acciones conjuntas entre la justicia y las fuerzas de seguridad argentinas y chilenas, perpetran sus peores y más aberrantes atentados contra los pobladores locales. Es por esta razón que ya en febrero de 2016 un grupo de ruralistas de Chubut, Río Negro y Neuquén aprovecharon los vientos de cambio para organizar una reunión con la flamante ministro de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, en su paso por Bariloche, con el propósito de hacerle conocer su preocupación por una serie de ataques violentos de dos grupos mapuches radicalizados en la zona y pedirle intervención al Estado.

Según denunciaron, existen dos organizaciones que se identifican como mapuches, la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) y al Movimiento Mapuche Autónomo del Puel Mapu. Resistencia Ancestral Mapuche, conocido por su sigla R.A.M, es un grupo radicalizado, minoritario y segregacionista y que, a diferencia de la mayoría de las comunidades mapuches que los rechazan y reprueban sus métodos terroristas, creen en la lucha armada como medio para reclamar por las tierras, y que ya protagonizó violentos ataques en la Patagonia, como incendios en inmuebles y vehículos, como lo mostró el domingo pasado Periodismo Para Todos (PPT).

En la primera semana de este mes, incluso, destrozaron la Casa de Chubut en Buenos Aires. La agrupación pretende levantar una Nación mapuche entre los estados argentino y chileno, ya que no se consideran parte de ninguno de los dos países, y su metodología similar a la guerrilla senderista del Perú o de las FARC colombianas, genera una fuerte preocupación en los Gobiernos de Chile y Argentina. Debe quedar claro que Resistencia Ancestral Mapuche es un grupo extremista, radicalizado y separatista, que dirigido por el lonko Facundo Jones Huala, aplica métodos terroristas como medio para reivindicar supuestos derechos a las tierras. Si bien la preocupación en el Gobierno y el interés de la prensa creció en relación a este grupo en los últimos días, algo que admitió la propia ministro, cuando una veintena de enmascarados destrozaron la casa provincial de Chubut en la Capital Federal, el problema es muy anterior, ya que durante todo el gobierno kirchnerista hubo, tanto en el sur argentino como en el chileno, quemas de casas, bosques, camiones forestales y barricadas en las rutas, sin que a las autoridades del gobierno pasado les inquietase en lo más mínimo.

Allanamiento de armas encontradas a mapuches de la RAM en Chile.
Allanamiento de armas de los mapuches de la RAM en Argentina.

En cuanto al Movimiento Mapuche Autónomo del Puel Mapu, preste mucha atención el lector: Puel Mapu, (en mapudungún: puelmapu, «tierra del este»), es la parte del Wallmapu o territorio mapuche que está al este de la cordillera de los Andes, o sea, es como llaman los mapuches al territorio conocido por el resto del planeta como la Argentina, nuestro país. El 13 de octubre de 2014, el diario Río Negro preparó un informe, con noticias de la Agencia DyN, «¿Qué es el Movimiento Mapuche Autónomo “Puel Mapu”?». Se trata de un grupo que se considera «revolucionario de lógica ancestral» y que en abril de ese año publicó un extenso comunicado en diarios locales, firmado conjuntamente por el Movimiento Mapuche Autónomo Puel Mapu y la Resistencia Ancestral Mapuche, en el que indica que buscan «la liberación de la nación mapuche mediante la recuperación de tierras ejerciendo el control territorial y la autodefensa».

El Movimiento Mapuche Autónomo Puel Mapu, que se adjudicó el incendio del refugio Neumeyer, aseguró tener redes en Chubut, Neuquén y Río Negro, admitió su participación en el incendio de la municipalidad de Villa la Angostura en 2009. «Nos consideramos actores políticos de un conflicto político histórico», indicaron los activistas, que identificaron como sus «enemigos estratégicos» a los «latifundistas que actúan de testaferros de multinacionales o gerentes del poder político actual, empresas transnacionales, principalmente petroleras, hidroeléctricas, mineras, empresarios turísticos», entre otros.

El grupo se ha replegado en sus comunidades y asumido la clandestinidad, se definió a sí mismos como «autonomistas libertarios espirituales anticapitalistas» y validaron «la violencia política defensiva» como «una herramienta de liberación», porque «no podemos seguir soportando la violencia política del poder». Reivindicaron también a la Resistencia Mapuche como «un brazo operativo filosófico político de comunidades rurales» que obedece a una línea del Movimiento que «con diferencias y acuerdos va desarrollándose entre Neuquén, Río Negro y Chubut».

Más allá de que estoy de acuerdo en qué debe existir una reparación histórica a nuestros compatriotas indígenas, debe tenerse en cuenta que todo habitante del territorio nacional, nacido luego de que Argentina se constituyó como un país, es argentino, sin importar sus raíces ancestrales, fueren europeas, árabes, judías, asiáticas o indígenas, por tanto esa idea de «devolución de sus tierras» debería contener otros matices políticos que aún no han sido cuidadosamente observados. Una cosa es la justa reparación histórica que conlleve un reconocimiento de sus derechos ciudadanos donde se respete su cultura y sus creencias y, otra muy distinta, es hablar de «devolución de tierras» que debiera estudiarse como posibilidad de constituirse en una entidad territorial colectiva como departamento, distrito, municipio que les permita tener su propia organización administrativa y jurídica, como en Colombia o Paraguay, por ejemplo. Y también debería estudiarse la forma de que haya un Estado continuamente presente, no ausente, en todo el territorio argentino.

La vida republicana del sistema democrático no debe permitir que existan ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda o alguna clase de apartheid o ghetto indígena. Miles de mapuche en Chile y Argentina rechazan a las organizaciones radicales y separatistas que, en nombre de todo el colectivo mapuche, han iniciado acciones violentas. Ambos países deben tener en cuenta este gesto y nuestros políticos y legisladores encontrar la debida solución al problema que plantea este histórico reclamo. Como argentinos, sean mapuche, wichis, guaraníes, ranqueles, nuestros paisanos indígenas tienen el mismo derecho que los descendientes de europeos. Nuestra América no es europea ni indígena pura, es mestiza.

Sería una terrible ceguera no ver el problema que plantean los gobernantes y los grupos separatistas o, peor aún, viéndolo claramente no hacer nada para solucionarlo. Ese descuido permite que surjan individuos o grupos parasitarios oportunistas que, con la excusa de un histórico reclamo, aprovechan para contaminar a la Nación Argentina con la violencia y el terrorismo de cuño marxista-leninista.

Los «no mapuches» que apoyan el separatismo mapuche: los nuevos «idiotas útiles de Occidente»

El Movimiento Mapuche Autónomo Puel Mapu, advirtió que a futuro «los no mapuche simpatizantes deberán conformarse con seguir colaborando desde las redes de apoyo» y alentó «la construcción de experiencias propias entre pobres argentinos y chilenos, pero no será aceptada su militancia en las comunidades ni dentro del Movimiento».

Quien quiere oír, que oiga. Un mensaje bien claro para todos aquellos activistas «no mapuches», como Diego Pereyra, alias Kotaro, y defensores de los derechos indígenas en detrimento de los intereses nacionales como las abogadas «no mapuches», las kirchneristas Elizabeth Gómez Alcorta y Sonia Ivannoff, cuya ayuda y apoyo aceptan de momento, es decir, mientras no consigan su autonomía como Estado, pero a futuro, previendo que podrían concretarlo, advierten desde ahora a los «idiotas útiles de Occidente», que su militancia no será aceptada en las comunidades ni dentro del Movimiento mapuche, o sea, a futuro serán tratados como lo que son: huincas que fueron «idiotas útiles» en determinada etapa, alcanzada su finalidad serán tratados como lo que siempre fueron: enemigos.

Y aclaro —para que nadie se sienta ofendido— que uso la expresión «idiotas útiles de Occidente» con el mismo sentido en que lo entendía quien la acuñó, Lenín, para describir a aquellos intelectuales escritores, periodistas e intelectuales occidentales que viajaban a la URSS y que regresaban a sus respectivos países de origen hablando de forma entusiasta acerca de los «logros soviéticos en educación y salud», los «avances técnicos en agricultura e industria» y «la construcción de una nueva sociedad». La expresión «idiotas útiles» hacía referencia a la ingenuidad o credulidad que mostraban esos simpatizantes del régimen soviético (podría decirse otro tanto de los «idiotas útiles» que alaban los supuestos avances en medicina de Cuba) cuando el gobierno soviético —a través de visitas guiadas— les hacía ver diversos hospitales, granjas, escuelas y fábricas, cuyas instalaciones habían sido especialmente preparadas o maquilladas con fines propagandísticos. El periodista estadounidense Lincoln Steffens se convirtió en el prototipo del «idiota útil» de Occidente cuando, al regresar de un viaje por la URSS, escribió que «He visto el futuro, y funciona» (I’ve seen the future, and it works).

No se puede negar la sinceridad de estas organizaciones mapuches que, aunque aceptan de momento la militancia de simpatizantes y militantes de izquierda «no mapuches» e incluso de agrupaciones kirchneristas como Kolina, la corriente política que integra la Alianza Frente Para La Victoria, conducida por Alicia Kirchner o La Cámpora, conducida por su sobrino Máximo Kirchner, no tienen buena opinión sobre ellas. El Movimiento Mapuche Autónomo Puel Mapu, también criticó «el punterismo político practicado por el kirchnerismo, puro integracionismo por donde se mire, y al fin y al cabo ninguna de estas formas logra la solución real del conflicto» de recuperación de tierras que «deben de ser aptas y suficientes como incluso reza su misma Constitución y ni siquiera han logrado ser integracionistas consecuentes».

Ambas organizaciones se adjudicaron varios ataques y actos de terrorismo, además del incendio del refugio Neumeyer del Parque Nacional Nahuel Huapi en octubre de 2014, el ataque contra la Catedral de Bariloche en el año 2013 y el destrozo de la fachada del Consulado de Chile en Bariloche en septiembre de 2013 con pintadas y petardos. Estos actos se suman al incendio de la Municipalidad de Villa La Angostura en 2009, y a la quema de un camión interceptado en diciembre de 2014 en Ruta 40. En todos estos casos, los ejecutores actuaron con el rostro cubierto por pasamontañas para ocultar su identidad y publicaron comunicados extensos donde expresaron: «resistiremos a Sangre y Fuego a las Petroleras y mineras en el sur, y será nuestro objetivo consolidar una fuerza para echar mediante acciones concretas las ya instaladas, validando todas las formas de lucha, y el derecho a rebelarnos como pueblo oprimido. Negociar no es luchar. La burocracia y la legalidad son engaños que mantiene a la comunidades con falsas esperanzas, prolongando en el tiempo la dependencia del estado».

En el informe que elaboró el Gobierno de Macri sobre el perfil de la agrupación RAM, figuran 77 hechos delictivos de violencia provocados en Río Negro, Chubut y Neuquén desde 2013 por parte de este grupo. Hubo ataques que van desde incendios, daños, amenazas, privaciones ilegítimas de la libertad, destrucción de maquinaria y abigeato, entre otros delitos», dice el informe de 37 páginas. El grupo de resistencia mapuche se adjudicó en la Argentina estos delitos por medio de panfletos, redes sociales o pintadas con un escudo que los caracteriza. Los blancos elegidos por estos grupos de violentos son diversos: incendios a las tierras de plantaciones forestales; ataques a vehículos de empresarios; la usurpación de estancias de hacendados; ataques a periódicos de la zona; disparos intimidatorios a trabajadores judiciales; ataques a la Gendarmería; daños de los tendidos eléctricos o la ocupación de predios del Ejército, entre otros. La idea es generar un clima de anarquía y violencia extrema.

Conexión de la RAM con las FARC, La Cámpora y el Kirchnerismo

El 31 de diciembre de 2016, el diario Perfil ya daba cuenta del accionar de este grupo terrorista que se identifica como mapuche pero que tanto en su ideología, modo de accionar y su discurso, impresionan más como una organización indigenista de izquierda. Sus vínculos con las FARC y con algunos dirigentes y sectores del Kirchnerismo, hacen sospechar que se trata de un falso grupo mapuche similar a lo que es ISIS respecto al Islam, una organización terrorista y sanguinaria que promueve el crimen gratuito y la violencia sin sentido contra los propios musulmanes, razón por la que la comunidad islámica internacional los execra y considera falsos musulmanes que hacen atentados de falsa bandera, esto es, atribuido a los musulmanes, para atraer represalias del mundo occidental contra el mundo islámico donde, por lo general, los destrozos de ciudades y muertes de civiles son ajenos a ISIS. Los pasamontañas negros, los estandartes negros y la virulencia de los ataques de la organización extremista y separatista Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) recuerda bastante a la organización extremista pseudoislámica ISIS. Y otro punto común que tienen, como ya veremos, es su común procedencia europea.

Conexión y Vínculos entre los mapuches con las FARC

El 8 de enero de este año, el diario Perfil publicó una investigación de la periodista Cecilia Moncalvo donde ya se alertaba sobre los vínculos de algunos grupos mapuches con las FARC, su metodología y financiamiento. Ya el 30 de diciembre, Perfil había publicado otro artículo en el que se daba cuenta de la polémica judicial por la liberación del activista mapuche Facundo Jones Huala, quien encabezó una serie de acciones en la provincia de Chubut, especialmente en tierras pertenecientes a la familia Benetton. «El hecho, grave de por sí, no es más que la punta de un iceberg con múltiples aristas: a medida que aparecen más datos, de un lado y del otro de la cordillera, la acción de Huala y su grupo puede ser leída como el germen de una forma violenta de protestar y de hacer política. Hay datos, como que en zonas limítrofes la Gendarmería envió más personal, mientras que diputados chilenos y periodistas y productores argentinos mencionan a las FARC colombianas como parte de la financiación del grupo, que genera debate, incluso, en todo el movimiento mapuche. El desembarco de 150 gendarmes en esa zona luego del último ataque en el Maitén, en diciembre pasado (ya hubo 18 incidentes) abre interrogantes sobre una zona liberada previamente y de tráfico de armas de Argentina a Chile. Huala sería el nexo. Esta semana en Chile hubo cuatro incendios. De un lado y otro de la cordillera alertan sobre los métodos de este grupo», señala Cecilia Moncalvo.

«Desde el 22 de diciembre, PERFIL ha contactado en tres oportunidades diferentes por mail y cuatro por teléfono a la RAM, según los datos disponibles, sin obtener respuesta. Los entrevistados que sí eligieron hablar señalan a las FARC en sus testimonios, coinciden en que usan armas de fuego, piedras, palos, bombas molotov, coinciden en el efecto que producen en los vecinos (miedo, terror, impotencia) y en la descripción de su accionar (similar a los carteles de Colombia y México). Dicen que hay vacíos legales y la Policía no hace lo necesario para frenarlos, que actúan violando derechos humanos con total impunidad. Cortan rutas, apedrean, azotan, golpean con palos, roban ganado, torturan, balean, matan, queman.En el recuento de las acciones reconstruidas a través de los testimonios, el listado indicaría que en el nombre de la recuperación de tierras y la resistencia para salvaguardar el agua de los ríos la RAM hace, cada vez más, lo siguiente: quemar la tierra, quemar los alimentos que nacen de la tierra, quemar los recursos para labrar la tierra, quemar materia prima, quemar manufactura, quemar bienes de capital, quemar ganado, quemar cuerpos (incluso de otros mapuches)», reseña la periodista.

El diario El Chubut también vincula al grupo separatista mapuche con las FARC colombianas. Se habla de tráfico de armas entre Argentina y Chile. Diario El Chubut publicó el 8 de diciembre de 2016 el testimonio del productor chileno Ewald Luchsinger, quien vinculó al grupo Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) liderado por Facundo Jones Huala, a las FARC, afirmando que existían pruebas de también era financiado por organizaciones internacionales, entre ellas, una organización inglesa radicada en Bristol.

El productor chileno había notificado a El Chubut la existencia de documentación en la Justicia de su país sobre «correos que reflejan la colaboración entre las FARC, la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM) y la RAM». El medio nacional dialogó con Angélica Tepper de la Multigremial de la Araucanía, que contó que «hay una constancia de que se fueron a Colombia a entrenar con las FARC y el Estado no reconoce que hay terroristas porque temen al qué dirán ‘internacional’».

Diario Perfil sumó algunas voces más que ratifican esa denuncia y la amplían sosteniendo que también llevan adelante mecanismos similares a los que realizaba la guerrilla maoísta peruana, Sendero Luminoso. También Santiago Nazar de la Sociedad Rural de Bariloche, señaló las «similitudes» entre la RAM y Sendero Luminoso. «Lo concreto es que la gente está aterrorizada porque los hechos se producen cada vez más seguido». «Lo que hacen es algo organizado, también en Chile, con armamentos pesados que también tienen acá. Es grave que la Justicia esté atrasada como para tomar el toro por las astas», cuestionó enérgicamente Nazar.

Por su parte, la presidente de la agrupación Mujeres por la Araucanía, Valeria Ceroti, recordó que «existe una denuncia que hizo el gobierno colombiano al gobierno chileno, pero se archivó», aunque aclaró que en 2015 la causa se reactivó y «esos documentos salieron a la luz y demostraron los vínculos de algunos mapuches con el Partido Comunista chileno y las FARC colombianas». Ceroti aportó más datos: «Están las rutas de tránsito, los países por donde pasaron estos terroristas y están identificados. Ha habido vínculo y entrenamiento del Partido Comunista chileno, las FARC colombianas y algunos activistas mapuches de la región de la Araucanía».

El 23 de enero de 2017, el diario El Espectador de Colombia con información de la Agencia española EFE, dio a conocer que el Director General de la Policía Nacional de Colombia, José Roberto León Riaño, confirmó que los narcoterroristas de las FARC dieron adiestramiento militar en Chile a grupos radicales mapuches entre 2009 y 2010. Según reveló León Riaño, «hubo contactos chilenos de las FARC específicamente con “Raúl Reyes” (alias de Luis Égdar Devia) y ha habido con otros en su momento, y fueron los que hicieron posible que se realizaran estos contactos y esta capacitación». El jefe de la Policía Nacional colombiana, indicó que esos contactos con grupos radicales mapuches separatistas fueron gestionados por el entonces jefe de las FARC, Raúl Reyes, fallecido en 2008 en un bombardeo a un campamento de la guerrilla en territorio ecuatoriano, según información extraída de los computadores incautados al grupo rebelde.

«Hemos encontrado evidencia a nivel de información hallada en estos computadores que indica que las FARC realizaron capacitación especialmente a los mapuches en Chile», aseguró León Riaño. «Les realizaron un curso como de entrenamiento sobre acciones, y por eso uno podría indicar que alguna manifestaciones que han tenido los mapuches, como incendio de buses, como pintura de grafitis; ése es el comienzo de las FARC en su época», aseguró.

Los mapuches son la principal etnia indígena de Chile y se concentran en la sureña región de La Araucanía, donde algunos grupos se enfrentan a empresas agrícolas y forestales por la propiedad de tierras que consideran ancestrales. El jefe policial señaló que luego de esa capacitación a grupos separatistas mapuches radicalizados realizados por las FARC colombianas «aproximadamente hace unos tres o cuatro años» no se han vuelto a detectar actividades similares en Chile. No obstante, eso no significa que los vínculos con las FARC se hayan cortado. «El vínculo que se establece, generalmente se mantiene. Por la persecución total de las FARC que hay en Colombia es posible que se hayan suspendido esas capacitaciones, pero de todas maneras ellos tienen un contacto internacional que en un momento dado puede ser restablecido», apuntó León Riaño.

El 1 de diciembre de 2013, luego de una serie de ataques cometidos por miembros de la comunidad mapuche en Chile, la prensa chilena informó que el ex presidente Sebastián Piñera afirmó que los indígenas están siendo entrenados por la guerrilla de las FARC. Esa no era la primera vez que los mapuches hacían un reclamo sobre la propiedad de tierras en el país trasandino, pero aquella fue la primera vez que en un reclamo territorial ejercieron la violencia. El gobierno chileno de Piñera entonces como el actual de Bachelet recurren a la aplicación de la Ley Antiterrorista sancionada en tiempos de Pinochet, para contrarrestar el problema.

El vínculo de la organización separatista RAM con el Kirchnerismo —aunque es negada por el lonko rionegrino Facundo Jones Huala—, está demostrado y hay varias evidencias. En primer lugar, se sabe que Resistencia Ancestral Mapuche tiene de asesor al ex jefe Montonero Fernando Vaca Narvaja. Hace un par de días, el 10 de agosto, el periodista Germán Negro publicó en el diario cordobés La Voz su nota «”El Mono” y los mapuches, los convidados del final», donde informa que «entre quienes tienen acceso a los grupos más violentos de mapuches, está Fernando Vaca Narvaja, alias «El Vasco», uno de los fundadores y ex miembro de la conducción de la organización terrorista Montoneros y exfuncionario kirchnerista».

El ex Montonero y dirigente Kirchnerista, Fernando Vaca Narvaja, fue presidente de Tren Patagónico en la provincia de Río Negro, tras su designación por el entonces gobernador de esa provincia, Carlos Ernesto Soria. En ese organismo, fue denunciado por maltrato hacia los empleados, abuso de autoridad y perseguir a trabajadores por su filiación partidaria. Asimismo fue Ministro de Obras Públicas de Río Negro, designado por el gobernador Alberto Weretilneck en 2012 hasta su renuncia en febrero de 2014.

El 15 de agosto de 2003, las agencias DyN y Télam, informaron que la Interpol detuvo el día anterior a los ex jefes montoneros Fernando Vaca Narvaja y Roberto Cirilo Perdía por un pedido de arresto ordenado por el juez federal Claudio Bonadío, quien también libró una orden de captura internacional contra el otro ex jefe montonero Mario Firmenich, quien reside en España, por la acción del grupo guerrillero a fines de 1978 denominada «Contraofensiva Popular» u «Operación Guardamuebles» que la conducción de Montoneros ordenó desde el exilio y por la que varios militantes de la organización regresaron al país, a una muerte casi segura.

Sustentado en libros de Richard Gillespie y del propio Perdía, además de testimonios del ex montonero y actual candidato a diputado nacional por la Capital, Miguel Bonasso, entre otros, Bonadío recordó que como saldo de esa orden murieron o fueron capturados 16 montoneros con cargos relevantes, además de muchos otros militantes.

«Está probado que la Conducción Nacional de la OM (Organización Montoneros) tenía cabal información de los resultados de la ofensiva de 1979, que a juicio de Bonasso tuvieron un 75% de bajas, que las operaciones no fueron desestabilizadoras para el Régimen Militar, (y) que la contraofensiva del 80 copia la estructura logística, de comunicaciones y depósitos de armas de (la contraofensiva) de 1979», citó Bonadío.

Aun así, menos de un año después, y pese a los datos que la cúpula de Montoneros obtuvo sobre el saldo sangriento del primer intento frustrado, ordenó una segunda ofensiva. Retornaron al país en febrero de 1980 Julio César Genoud, Verónica María Cabilla, Jorge Oscar Benítez, Angel Servando Benítez, Lía Mariana Guangiroli, Angel Carbajal, Matilde Rodríguez de Carbajal, Raúl Milberg, Ricardo Marcos Zucker (hijo del fallecido actor Marcos Zucker), Ernesto Ferre Cardozo, Miriam Antonia Fuerihs, Marta Libenson y Angel García Pérez. Todos murieron en un lapso de apenas 25 días.

«Bajo la conducción de Horacio Campiglia y con la asistencia de Susana Pinus de Binstock (que debían permanecer en Río de Janeiro para coordinarlos) ingresaron de manera escalonada a la Argentina», explicó Bonadío, y subrayó que «todos fueron detenidos por miembros de las FF.AA., en una época comprendida entre la segunda quincena de febrero de 1980 y la primera semana de marzo del mismo año», mientras que Campligia y Pinus de Binstock fueron detenidos al arribar a Río el 11 de marzo.

Bonadío subrayó que el fracaso de la segunda contraofensiva era ineludible, ya que el Ejército había requisado muebles de un depósito «guardamuebles», de allí el nombre de la operación, dos meses antes de las capturas. «La fecha no es un dato menor. La decisión de guardar los elementos de logística que no se utilizaron durante la contraofensiva de 1979 estaba plenamente en conocimiento de las autoridades militares antes de iniciarse el despliegue de 1980», subrayó.

El magistrado consideró que los tres ex jefes montoneros fueron plenamente conscientes de que la inteligencia militar de la última dictadura conocía dónde guardaban su armamento y, pese a ello, enviaron a 18 militantes en su busca, en 1979 y 1980. «El material salvado de la acción de las fuerzas es depositado en empresas guardamuebles, previendo su retiro para continuar la actividad entre febrero y marzo de 1980; esto en gran parte es desbaratado al efectuarse procedimientos sobre esas empresas y secuestrar casi el total del material», continuó Bonadío.

La mayoría de los caídos en este grupo eran miembros y militantes de la Organización Montoneros que habían sobrevivido a la primera ola de la Contraofensiva, en 1979, pero igualmente, aun sabiendo que iban a una muerte segura, la conducción de Montoneros igual decidió enviarlos deliberadamente al país. Entre ellos, había una adolescente, Verónica Cabilla, de 16 años. Está desaparecida.

El martes 21 de octubre de 2003, las agencias DyN y Télam informaban que los ex jefes Montoneros, Roberto Perdía y Fernando Vaca Narvaja, fueron liberados tras permanecer detenidos 67 días. En forma paralela, la Justicia inició una investigación contra el juez federal Claudio Bonadío por considerar que los arrestos fueron ordenados sin pruebas. Los camaristas Martín Irurzun, Horacio Cattani y Eduardo Luraschi, de la sala II, reprendieron duramente a Bonadío, que fue apartado del expediente.

«La decisión de indagar y detener (a los ex dirigentes de Montoneros) fue arbitraria, pues el juez carecía de elementos mínimos de prueba», sostuvo la sala II de la Cámara Federal porteña, que ordenó la inmediata libertad de Perdía y Vaca Narvaja, y anuló las resoluciones suscriptas por Bonadío en el marco del proceso. Además, la Cámara promovió una causa penal contra el magistrado por posibles delitos de acción pública, que por sorteo quedó en manos del juez Norberto Oyarbide.

Según los camaristas, Bonadío no fundó sus resoluciones, carecía de pruebas para responsabilizar a los ex jefes montoneros por la desaparición de miembros de la organización y rechazó en forma incorrecta varios recursos interpuestos por la defensa. «Se logró establecer la existencia de una asociación ilícita enquistada en el Ejército —que abarca a quienes integraban las cúpulas del Primer y Segundo Cuerpo de Ejército, numerosos integrantes del Batallón de Inteligencia 601 y las autoridades máximas de los Destacamentos de Inteligencia 123 y 201», reseñó la Cámara, que consideró acreditado que en 1979 Montoneros convocó a militantes exiliados a retornar al país para participar de una contraofensiva a la dictadura.

El 11 de diciembre de 2016, la periodista Claudia Peiró publicó en Infobae los archivos secretos de la dictadura que pusieron de relieve el alto conocimiento de los planes de Montoneros, lo que tiró por tierra el argumento de los camaristas Martín Irurzun, Horacio Cattani y Eduardo Luraschi, de la sala II, respecto a que el Juez Bonadío «carecía de elementos mínimos de prueba». Estos documentos son importantes porque en ellos se admite la captura de desaparecidos, pero a la vez revelan que el modus operandi de los ex jefes guerrilleros fue funcional a la represión y que Bonadío tenía razón, que los tres camaristas Martín Irurzun, Horacio Cattani y Eduardo Luraschi eran los errados. También estaban equivocados cuando afirmaron, en contra de la correcta acusación del juez Bonadío, que los montoneros que regresaron lo hicieron «a través de la toma de una decisión individual» y sin que la cúpula de la organización haya prestado auxilio para que el aparato represivo los emboscara a su retorno a la Argentina, en 1980. Los documentos publicados por Claudia Peiró en Infobae, demuestran que habían sido convocados y reclutados por los ex jefes Montoneros en el exilio.

En 1979, cuando la dictadura había casi completado el exterminio de las organizaciones guerrilleras en el país, la conducción de Montoneros, que se había exiliado a fines del 76 para salvar cobardemente su propio pellejo, decidió lanzar lo que llamó una «Contraofensiva Popular», para lo cual reagrupó a los militantes que habían sobrevivido a la represión y que estaban dispersos en distintos países, México, España, Brasil, etc. Aun cuando se trataba de una operación clandestina, se hizo público el anuncio y el reclutamiento también. «Si querés volver al país a combatir la dictadura, dejá tu nombre en la urna», fue la frase final de una reunión en un club de Madrid, en tiempos en que la militancia en esas organizaciones costaba la vida.

El 27 de diciembre de 1979 tiene lugar un incendio en un guardamuebles en la calle Conde 2400, Capital Federal, dejando al descubierto un escondite de armas montoneras y una metodología, que llevará a la detección de muchos otros depósitos similares. El incendio y el hallazgo fueron reportados por los diarios. Pero ni la conducción «estratégica» (Firmenich) ni la «operativa» (Perdía) tomaron recaudos. Los militantes fueron a retirar los pertrechos depositados.

«Cuando en agosto de 2003 el juez Claudio Bonadío detuvo a los jefes montoneros Roberto Perdía y Fernando Vaca Narvaja y pidió la captura de Mario Firmenich (estaba en Barcelona donde Interpol no lo pudo hallar) por considerarlos «partícipes necesarios» del secuestro de varios de sus militantes en aquella Contraofensiva, los organismos de derechos humanos pusieron el grito en el cielo ante una iniciativa que contradecía su relato. El aire de los tiempos hizo que esa causa se cerrara pronto», señala Claudia Peiró.

Los ex jefes de Montoneros son psicópatas que han enfermado de tanta violencia. Y no les importa seguir enviando jóvenes a la muerte. Desde su aparición pública en 1969, con el anunció de la ejecución del ex presidente de facto, General Pedro Eugenio Aramburu, hasta la fatídica contraofensiva de 1980, que terminó con la muerte de 18 militantes, la agrupación Montoneros alcanzó la cota criminal más alta en el nivel de violencia terrorista que marcó al país durante toda la década del ‘70.

Ahora el ex Montonero, ex funcionario kirchnerista y ex suegro de Florencia Kirchner, Fernando Vaca Narvaja, se encuentra detrás de la organización separatista Resistencia Ancestral Mapuche. El 22 de julio de 2016, el portal de noticias Urgente 24 publicó la nota «La otra Patagonia rebelde. Aunque lo minimicen, Vaca Narvaja, La Cámpora y Tupac Amaru se alistan para el Congreso mapuche», donde informaba que, según fuentes rionegrinas, «las revueltas que se están dando en Vaca Muerta (Neuquén), cuyo objetivo es frenar la instalación de torres para extraer hidrocarburos, «tienen mucho que ver con la llegada de Fernando Vaca Narvaja a Bariloche (Río Negro), aunque hoy ya no está aquí».

«Tanto Fernando Vaca Narvaja, ex ministro de Obras y Servicios Públicos de Río Negro y ex presidente del Tren Patagónico, junto al dirigente del Partido Vecinalista por el Cambio, Mauro Oscar Gonzalez, y el militante de La Cámpora, Diego Pereyra Kotaro (o conocido simplemente como ‘Kotarú’ para los más allegados), son señalados como «los principales líderes de una nueva organización que fue al hueso de la estructura de la comunidad mapuche».

«Para dicha irrupción», informa el portal de noticias Urgente 24, «fue necesario el violento desplazamiento de los viejos lonko que hoy tienen alrededor de 80 años, para dejar a todos aquellos menores de 60».

Es obvio, entonces, que el violento desplazamiento de los viejos lonko tiene como objetivo hacer de un reclamo histórico mapuche, que siempre fue pacífico, un pretexto para instalar en el sur argentino un foco guerrillero poniendo al frente de esos grupos beligerantes y extremistas a jóvenes dirigentes pseudo-mapuches como el supuesto «lonko» de ascendencia inglesa, Facundo Jones Huala, o al militante de La Cámpora el rionegrino Diego Pereyra, alias «Kotaro», que aunque se declara «mapuche» no tiene de esta etnia indígena más que sus ínfulas. Diego Pereyra es tan «mapuche» como el ex Secretario Legal y Técnico del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Carlos Zannini, es «chino».

Farsantes como Diego Pereyra y Facundo Jones Huala han hecho de la causa mapuche la superficial cobertura de una ideología terrorista similar a lo que hicieron grupos terroristas como Al-Qaeda, los Talibanes e ISIS con la causa del Islam. Al igual que la inmensa mayoría de los musulmanes repudiaron los actos de terrorismo que estos grupos armados pseudo islámicos perpetraban en nombre del Islam, la comunidad mapuche repudia los actos de terrorismo del grupo de Facundo Jones Huala y de su grupo extremista Resistencia Ancestral Mapuche.

«Mauro Oscar González, junto a otros tuvieron movilización y preparación con algunos grupos ligados a Narvaja y Kotaro», denunciaron a Urgente24. «De hecho, Narvaja con Kotaro lideran Espacio de Articulación Mapuche y Construcción Política (EAMyCP) y Kotaro además es Consejero Mapuche en el Consejo de Desarrollo de las Comunidades Indígenas de la Provincia de Rio Negro», insisten quienes denuncian al portal Urgente 24 la realidad que se vive con activistas vinculados a ex Montoneros y a La Cámpora que usan a los aborígenes de la Patagonia como pretexto para crear una falsa situación de conflicto con el claro objetivo de acelerar el desgaste del actual gobierno nacional en su intento de derrocarlo por medio de la presión social.

Urgente 24 dice que los denunciantes no se animan a brindar sus nombres por miedo a represalias por parte de estos bandos armados. «Pero esto no queda aquí, porque el chileno Héctor Llaitul, líder de la organización Coordinadora de Comunidades en Conflicto Arauco-Malleco (más conocida como Coordinadora Arauco-Malleco o CAM) es quien se reúne con estos sectores de La Cámpora, por lo que se prevé se avecina un conflicto aún mayor».

La CAM es una organización mapuche, que reivindica la autonomía del pueblo mapuche respecto al estado de Chile y cuyos métodos han sido calificados de terrorismo. Y Llaitul es un polémico dirigente aborigen que estuvo preso por resistirse ante la autoridad y liderar diferente hechos vandálicos en Chile. De fuerte vertiente anti-capitalista, declaró en alguna oportunidad: «El actual Estado Capitalista globalizado o neoliberal es un Estado militarizado por naturaleza, lo que nos da el derecho a rebelarnos y a defendernos».

«Lo que Vaca Narvaja intenta hacer con todo este entramado, en permanente contacto con la agrupación MILES —que se lanzó en Jujuy y mantiene estrecha relación con la Tupac Amaru de Milagro Sala a través de Unidos y Organizados— es penetrar las estructuras mapuches ante la ausencia del Estado, con la excusa de recuperar 3 millones de hectáreas extendidas en el sur de Chile, de Río Negro, de Neuquén y de Chubut», señalan los denunciantes a Urgente 24.

«El gobierno, además, no está teniendo en cuenta que están tratando con personas que, según los Servicios de Inteligencia chilena, hicieron pasar hacia Argentina un cargamento repleto de armas a través del Paso de Pino Hachado», agregaron.

Tras el retorno de la vida democrática, luego de aquellos oscuros de la dictadura, hay una dirigencia de ex guerrilleros que intenta darle continuidad a la lucha armada del castrocomunismo de los ‘70 pero esta vez a través de grupos separatistas mapuches argentinos y chilenos. Los ex Montoneros han invertido aquella célebre fórmula de Karl von Clausewitz que dice que «la guerra era la continuación de la política por otros medios», y ahora usan la política como una continuación de la guerra por otros medios.

El vínculo de las FARC y el Kirchnerismo con el grupo Resistencia Ancestral Mapuche se da tanto a través de los contactos del ex Montonero Fernando Vaca Narvaja con la banda terrorista chilena Coordinadora Arauco-Malleco o CAM como del militante de La Cámpora de Río Negro, Diego Pereyra (a) Kotaro que, junto con el ex suegro de Florencia Kirchner, dirigen el Espacio de Articulación Mapuche y Construcción Política (EAMyCP). Hemos mencionado todos estos hechos vinculados con el pasado Montonero de Fernando Vaca Narvaja porque es quien monitorea al grupo separatista Resistencia Ancestral Mapuche y su pasado sirve para comprender el presente y anticipar sus acciones futuras.

El abogado y escritor radical Álvaro de Lamadrid había señalado al matrimonio Kirchner como representante de la organización narcoguerrillera colombiana FARC en Argentina, por lo que una convergencia entre las FARC, el Kirchnerismo y las agrupaciones separatistas Mapuches hacen prever un futuro escenario de conflicto de aquí a 2019. Por otro lado, si bien el lonko ha declarado su «guerra de fuego» a Chile y Argentina y que en distintas declaraciones a la prensa se ha manifestado igualmente crítico y opositor tanto del gobierno anterior kirchnerista como del actual gobierno de Cambiemos, no se le oculta a los periodistas ni a los observadores políticos que el Kirchnerismo ve con cierta simpatía, desde una perspectiva ideológica afín, al grupo terrorista mapuche que aparece relacionado con dirigentes y militantes de agrupaciones kirchneristas.

Si se enfoca desde una perspectiva dialéctica, digamos que la conexión de los grupos separatistas mapuches con las FARC corresponde a una relación estructural, mientras que el vínculo con el Kirchnerismo sería coyuntural. Cuando hablo de una «relación coyuntural» del RAM con el Kirchnerismo me refiero a que el movimiento separatista mapuche comparte con éste —a través de la ideología y la política—, los mismos ejes de lucha social como el vandalismo de grupos enmascarados y armados de piedras y palos; los piquetes y cortes de ruta, los mismos vínculos con la narcoguerrilla de las FARC, los mismos elementos de una identidad indigenista y una idéntica afirmación de una voluntad de resistencia y rechazo al proyecto económico del gobierno actual cuyas medidas engloban dentro de las políticas neoliberales. A partir de un común rechazo del gobierno de Macri y sus medidas sociopolíticas y económicas, pueden converger los grupos separatistas mapuches y las organizaciones kirchneristas en una acción común para enfrentar y combatir a un enemigo en común.

Desde que Mauricio Macri asumió el gobierno, distintos sectores de la izquierda y del kirchnerismo buscan generar caos con los piquetes violentos que son parte de una estrategia de liderazgo mesiánico. El ministro de Seguridad porteño, Martín Ocampo, así lo ha entendido y describió los hechos de violencia que se vivieron en la avenida 9 de Julio con el despeje de grupos piqueteros encapuchados y con palos por parte de la Policía de la ciudad de Buenos Aires como parte de una estrategia de liderazgo mesiánico. El 30 de junio pasado, en un diálogo con Infobae, Ocampo evaluó en detalle cada uno de los momentos en que se sucedieron los piquetes y sostuvo: «Aquí se quiere instalar la idea de que el gobierno de Macri es igual a la dictadura pero esa discusión no tiene sentido. Aquí no hay mano dura ni blanda: hay un Estado de derecho donde la policía debe ejercer la ley y actúa dentro de la ley».

Ocampo, como el gobierno y todo Cambiemos, saben que Cristina Fernández de Kirchner, está detrás de todas estos actos de violencia y vandalismo perpetrados por organizaciones que responden a la ex presidente. «Ella quiere mostrar un cambio de actitud con buenos modales y en paralelo grupos que responden a ella generan el caos. Así, la teoría de que ella viene a resolver el caos se hace visible. Pero no veo condiciones materiales para que ello ocurra. No hay tanta gente dispuesta a eso. No creo que ella consiga tantos adherentes para esto y allí fracasa su objetivo. Son sólo algunos grupos radicalizados los que buscan la violencia».

El objetivo de tanta violencia es buscar un muerto antes de las elecciones de este domingo. Y la supuesta desaparición de Santiago Maldonado le ha dado a los grupos de izquierda e incluso a los sectores del kirchnerismo la oportunidad de instalar la idea de que el gobierno de Macri es igual a la dictadura de 1976. Los sectores de la izquierda y el kirchnerismo, hablan de «un desaparecido» respecto al que no está demostrado que haya sido detenido por la gendarmería ni hay siquiera seguridad de que haya estado entre los manifestantes enmascarados con pasamontañas que en Chubut pedía la liberación del jefe comunitario mapuche, Facundo Jones Huala.

El 30 de junio de 2017, el lonko fue detenido cerca de El Bolsón y trasladado a Neuquén mientras buscan una fórmula de extradición rápida, según señaló el diario Río Negro. Jones Huala tiene orden de captura internacional y en Chile arriesga penas por de 18 años de cárcel por el proceso de defensa territorial del Ngen Mapu Kintuante en Río Bueno. Según señala el mismo medio, la Gendarmería habría realizado una redada para detener a Facundo Jones Huala cerca de Vuelta del Río (Chubut) donde Pu Lof en Resistencia llevan adelante un proceso de recuperación territorial en tierras ocupadas por la trasnacional textil italiana Benetton.

Facundo Jones Huala se encuentra prófugo de la justicia chilena desde 2014. La Fiscalía lo mantiene como imputado por causas de incendio, infracción a la ley de control de armas y a la ley de extranjería, en el marco de la investigación por el incendio del fundo Pisue Pisue en Río Bueno. Durante ese proceso el lonko, se fue de Bariloche, pasó a la clandestinidad y se reintegró a los procesos de recuperación territorial en Chubut. El año pasado fue detenido en la ciudad de Esquel y pasó más de cuarenta días hasta que el Juez Federal Guido Otranto decidió no extraditarlo a Chile y dejarlo en libertad, dado que no era investigado por ningún delito en Argentina.

«Lo que buscaba la justicia Argentina es criminalizarlo. Aquí el delito es cómo piensa. Y yo creo que la ideología no es un delito» señalaba Sonia Ivanoff, una de sus dos abogadas «huincas». El 12 de diciembre de 2013, el diario El Patagónico informaba que en un juicio oral que concluyó el día anterior en Sarmiento la abogada comodorense Sonia Ivanoff fue condenada por el delito de uso de documento falso en concurso ideal con estafa procesal por una causa de 2010. La abogada falsificó la firma de un documento que suspendía el desalojo de la familia mapuche Antileo que había ocupado un terreno que consideraba ancestral. En un principio de la causa, además de Ivanoff estaban imputados Carlos y Anastasio Antileo, pero finalmente fueron sobreseídos por la justicia. Durante el debate peritos verificaron la firma en cuestión y constataron que era falsa. De esa forma, la abogada falsificadora Sonia Ivanoff fue condenada a dos años de prisión en suspenso y el doble de inhabilitación profesional por ser autora responsable del delito de utilización de documento falso en concurso ideal con estafa procesal, tres hechos.

Actualmente, Sonia Ivanoff trabaja en equipo con la otra abogada del lonko, la «Castrokirchnerista» de Barrio Norte, Elizabeth Gómez Alcorta, quien también representa a otra dirigente indigenista separatista, Milago Sala, líder de la Tupac Amaru, que durante todo el gobierno kirchnerista estableció un Estado paralelo con el visto bueno y el apoyo financiero del Estado argentino. Ferviente admiradora de Fidel Castro, Gómez Alcorta es una abogada de 45 años. Entre sus antecedentes laborales recientes, figura el cargo de Subcoordinadora del Programa Verdad y Justicia, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación (por el Decreto No. 543/2015), durante el anterior gobierno kirchnerista; el de Abogada-apoderada del Ministerio de Justicia y derechos Humanos en el juicio oral por el encubrimiento del atentado a la Sede de la AMIA. Agosto 2015 y el Ejercicio Libre de la Profesión. Especialidad en Materia Penal y Derechos Humanos, desde 2008 hasta la actualidad. En ese Ejercicio Libre de la Profesión, participó de una charla del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), junto a su presidente, el ex Montonero y cerebro del terrorismo de los ’70, Horacio «el Perro» Verbitsky, en calidad de «integrante del equipo de abogados defensores de Sala».

Esta abogada penalista es precandidata a diputada de la ciudad por Ahora Buenos Aires, junto a Itai Hagman y Jonathan Thea, dentro del Frente Unidad Porteña, afín al frente Unidad Ciudadana de Cristina Fernández de Kirchner. Es vicepresidente del «Movimiento de Profesionales por los Pueblos». Su vocación es trabajar en derecho indígena. Como abogada de Facundo Jones Huala y de Milagro Sala, encuentra similitudes en ambos casos. En una entrevista con FM 103.5 Radio Libre de Puerto Madryn, declaró: «El paralelismo de las dos causas está dado porque hay una clara decisión política de combatir al enemigo político ya sean referentes sociales, indígenas o políticos por medio de la persecución judicial».

«Es muy difícil cuando hay ciertas reglas que son la constitución, los tratados internacionales, los códigos procesales y te encontrás con jueces o fiscales que no cumplen esas reglas. Por eso tenemos que ir a recurrir a instancias internacionales, ir a pedir a la comisión interamericana, ir a las Naciones Unidas. Estamos usando las mismas herramientas que se usaban en la década del 70 cuando existía un estado terrorista y no había modo de tener una cuota de justicia en nuestro país», agregó la abogada feminista e indigenista.

Causa extrañeza a los oyentes que esta abogada de San Isidro que se declara fanática de Fidel Castro, ignore que detrás de ese «estado terrorista» de la década del 70 en el que «no había modo de tener una cuota de justicia en nuestro país» se encontraba Fidel Castro, cómplice y socio de la Dictadura militar de 1976. El régimen Castrista de La Habana, el Partido Comunista de Argentina y la ex URSS dieron su apoyo internacional a la dictadura cívico-militar argentina del General Jorge Rafael Videla porque el gobierno de facto se había convertido en la principal proveedora de cereales a la Unión Soviética.

Esa asociación económica, que se volvió vital para Moscú cuando en 1979 Estados Unidos decretó un embargo por la invasión a Afganistán, fue transmitida a todos los países satélites de la Unión Soviética, incluida Cuba. Moscú fue el principal sostén internacional de la dictadura de Videla y Cuba la ejecutora de ese respaldo. Cada vez que el tema de la sistemática violación de los derechos humanos en la Argentina era evocado en Naciones Unidas –es decir, todos los años, como pasa hoy con Venezuela— para debatir si se enviaba o no una comisión de inspección, La Habana votaba en contra y se ocupaba además de conseguir otros apoyos para la dictadura argentina entre los demás países miembros del grupo llamado de No Alineados. Moscú fue de este modo el principal sostén internacional de la dictadura de Videla, Cuba la promotora de ese respaldo y el Partido Comunista de Argentina su principal ejecutor.

Todo esto parece tener sin cuidado a los «vendepatria» de la izquierda que, desde comienzos de los 60 vienen erosionando el sistema republicano y democrático de todos los países de América del Sur y destruyendo los estados nacionales para imponer el internacionalismo comunista. El sitio de izquierda Resumen Latinoamericano publicó el 10 de julio de 2017, una noticia que informa que el «Consejo Consultivo y Participativo de los Pueblos Indígenas de la República Argentina», decreto 672/16, firmó un documento «en repudio de la detención arbitraria e ilegal del Longko Facundo Jones Huala», exigiendo su «urgente liberación». Entre las organizaciones que firman se encuentran varios colectivos kirchneristas o vinculados al Kirchnerismo como AADI (Asociación de Abogados y Abogadas de Derecho Indígena), organización jurídica a la que pertenecen las dos abogadas del lonko, las «huincas» Elizabeth Gómez Alcorta y Sonia Ivanoff; Abuelas de Plazas de Mayo; Alcira Argumedo (Diputada Nacional), que votó negativamente por la expulsión del ex Ministro de Planificación kirchnerista, Julio De Vido; Asociación Trabajadores Del Estado (ATE – Capital); Bloque de Concejales del FPV Tigre; Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma de Buenos Aires (CTA Buenos Aires); Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma de Chubut (CTA Autónoma de Chubut); Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS); Comité por la Liberación De Milagro Sala; Curas en Opción por los Pobres; Kolina (Tigre); La Cámpora (Tigre); Nuevo Encuentro (Tigre); Organización Barrial Tupac Amaru; Resistiendo con Aguante (Tigre); SUTEBA, entre otras organizaciones de izquierda.

Estas organizaciones kirchneristas, junto con asociaciones gremiales y civiles de izquierda, intentan caracterizar al lonko Facundo Jones Huala como «un preso político» y no faltan aquellos que por desconocimiento apoyan las pretensiones de estas organizaciones, debido a que han logrado instalar en la opinión pública la idea errada de que acá existe por lo menos un pueblo oprimido y reprimido por el Estado Chileno y en potencial el Estado Argentino, y muchos llaman a los presos de esta organización mapuche radicalizada y separatista «presos políticos». Pero estos mismos activistas han declarado que ellos no pertenecen formalmente a ningún partido político de los «huincas», aunque curiosamente el lonko plantea y cuela términos del pensamiento y la cultura de los «huincas» para matizar su palabra ancestral: habla de cultura libertaria y de proceso dialéctico. «Debemos impedir que destruyan nuestro territorio, peleamos contra la contaminación de las mineras, las petroleras, que destruyen los espacios sagrados», dice. En esa defensa «se profundiza un proceso dialéctico: estamos los oprimidos y hay un opresor», sintetiza demostrando que tiene algunas nociones muy básicas del pensamiento dialéctico tal como lo han expuesto los filósofos «huincas» Georg Wilhelm Friedrich Hegel y Karl Marx.

Otro nexo entre el separatismo mapuche con el kirchnerismo es el exjuez español Baltasar Garzón. El 31 de octubre de 2014, el diario mendocino Los Andes publicó una nota de Hugo Morales, corresponsal del diario Ámbito Financiero y conductor de programas de radio en Neuquén capital y en San Martín de los Andes, dónde informaba sobre «la llegada a esta ciudad del ex juez español Baltasar Garzón, para adherir a los reclamos de la Confederación Mapuche del Neuquén sobre sus presuntos derechos de territorialidad y con ello internacionalizar el conflicto que esa etnia mantiene con los estados de Argentina y Chile, y en el que se ha inmiscuido Garzón».

«De esta manera se profundiza el conflicto que las comunidades mapuches asentadas en la provincia mantienen con el gobierno de Jorge Sapag especialmente por sus pretensiones de participar en la renta petrolera como lo demuestran los cortes de rutas y tomas de yacimientos en campos aledaños a Vaca Muerta», observó el periodista neuquino.

Según Morales, Fidel Colipán, el werken (vocero) de la Confederación Mapuche del Neuquén fue el responsable «de la presencia del ex magistrado español que fuera expulsado de la Audiencia Nacional por una presunta prevaricación al interceptar las conversaciones que los imputados del caso Gürtel – una red de corrupción montada por el Partido Popular (PP)— mantuvieron en prisión con sus abogados. A mediados de enero, con Garzón ya fuera del proceso, aparecieron 22 millones de euros en un banco de Ginebra, Suiza, a nombre del ex tesorero del PP Luis Bárcenas y se sospecha de varios desvíos de dinero realizados por dirigentes que responden al presidente del PP y premier español, Rajoy. Hoy Garzón es asesor del Tribunal Penal Internacional de La Haya y asumió la defensa del vocero de Wikileaks, Julian Assange. También fue contratado por el gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner».

«La visita de Baltasar Garzón es promocionada desde el oficialismo municipal que encabeza el intendente kirchnerista Juan Carlos Fernández, quien se reporta políticamente al secretario general de la Presidencia. Este hijo político de Oscar Parrilli fue quien lanzó para el 12 de octubre pasado la idea de izar la bandera mapuche en la plaza San Martín. La iniciativa abortó por la fuerte oposición de los sectores medios y del concejal vecinalista, Alberto Bruno, que se auto titula ex combatiente de Malvinas –cobras sueldos por ello- y se financia con aportes de varios empresarios locales, entre ellos, el ex tesorero del PJ de Santa Cruz, Raúl Copetti. Todavía resuenan en San Martín de los Andes las duras declaraciones por TV de Eduardo Arnold, ex vicegobernador de Néstor Kirchner, quien lo vinculó (presuntamente) con la ruta del Dinero K», indicó Morales.

«Es por ello que la visita de Garzón y su puesta en escena del convenio que “hace hincapié en los derechos de trabajo de los pueblos indígenas y tribales y su derecho a la tierra y al territorio, a la salud y a la educación”, no es un tema fácil para digerir, especialmente si se tiene en cuenta el apoyo que reciben los Mapuches locales del ministerio de Acción Social de Alicia Kirchner, donde funciona la Dirección Nacional de Asuntos Indígenas, y en el que activan dirigentes aborígenes como Roberto Ñancucheo y Jorge Nahuel, quienes se referencian localmente en ONGs y agrupaciones filo kirchneristas como el Movimiento Evita o La Cámpora. En este espacio se referencia el concejal del Frente para la Victoria (FpV), Rodolfo “Toto” Manson, cuñado del intendente Fernández. Curiosamente durante el juicio por el crimen de José Aigo, un policía provincial en Junín de los Andes, salieron a luz supuestos mails de Analía Godoy con la agrupación “Quebracho”. Esta mujer es la esposa de Juan Marcos Fernández, hijo del jefe comunal y ambos están acusados de presuntos actos de encubrimiento en favor de los asesinos del policía José Aigo: los terroristas chilenos Alexis Cortes Torres y Jorge Zalazar Oporto, acusados en ese país de participar en atentados y acciones violentas en favor de los Mapuches que se asientan en su territorio», señala Morales.

Los vínculos del grupo separatista Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) con las narcoguerrillas latinoamericanas, tanto con la organización maoísta peruana Sendero Luminoso como con la organización marxista leninista o castrocomunista colombiana FARC, demuestra que este grupo de orientación mapuche está en una etapa de formación que podría evolucionar a futuro en un foco guerrillero en el sur patagónico argentino y chileno. Decir «Castrocomunismo» equivale a Marxismo-Leninismo soviético o Estalinismo cubano adaptado para las condiciones de América Latina. Y a estas formas de dictadura implacable y totalitaria hipócritamente los comunistas denominan «sociedad igualitaria».

La sociedad igualitaria que proponen los regímenes comunistas solo puede lograrse mediante la eliminación física del libre comercio, la burguesía nacional, las empresas privadas, los intelectuales librepensadores, la prensa independiente, ya que, como ha quedado bien demostrado en la ex URSS, China, Camboya, Corea del Norte, Cuba y ahora Venezuela, los estalinistas no quieren el gobierno, sino el control absoluto del Estado por medio de la toma del poder, y esto solo logra imponerse por medio de la violencia, el terrorismo y las armas. Stalin en la ex Unión Soviética, Castro en Cuba o Maduro en Venezuela, demuestra claramente que el comunismo siempre ha estado dispuesto a liquidar violentamente a cualquiera que se les atraviesen en su camino. Los «idiotas útiles», para usar una expresión de Lenín, que buscan la emancipación nacional usando la praxis y la doctrina marxista-leninista, no advierten que el día que tengan alguna diferencia con ellos, en vez de emancipados serán los liquidados.

El Estalinismo en Rusia, Cuba, Venezuela, bajo la falsa proclama de emancipar a los obreros y campesinos acabando con la llamada explotación del hombre por el hombre, es decir, terminando con la empresa privada, y estatizando la producción, han desarrollado programas políticos y reformas agrarias que dejan todo en manos de un Estado policial controlado por burócratas y comisarios. En Rusia y en Cuba, como ahora en Venezuela, esto incluyó la estatización de toda la propiedad privada, también todo campo de cultivo y todo medio de producción privada, inclusive las granjas de los pequeños productores agrícolas y hasta las casas de habitación pasaron a ser propiedad del estado que despojaba a todo el mundo para disponer de ellos y darlos según el mayor o menor grado de obediencia y de subordinación del pueblo a la burocracia gobernante.

Vínculos entre RAM, Tupac Amaru, FARC y Sendero Luminoso

Existe informes de inteligencia que señalan que el lonko Facundo Jones Huala y muchos de sus seguidores, recibieron entrenamiento militar de Sendero Luminoso y las FARC junto a la agrupación Tupac Amaru de Milagro Sala, con la que no por casualidad comparten la misma asesora letrada, la castrista de Barrio Norte, Elizabeth Gómez Alcorta, quien mantiene una estrecha relación con el experto en operaciones de inteligencia, el ex Montonero Horacio «El Perro» Verbitsky, operador de Cristina Fernández de Kirchner y uno de sus asesores al comienzo de su gobierno. Los vínculos de la Tupac Amaru con el terrorismo narcoguerrillero de Sendero Luminoso y las FARC han sido señalados por distintos autores.

Douglas Farah, periodista experto en financiación de grupos terroristas y miembro del Centro de Evaluación y Estrategia Internacional que, a través de Bolivia, las FARC estaban operando en el norte argentino, más precisamente, en Jujuy. Y señala que la piquetera jujeña Milagro Sala, al igual que el lonko Facundo Jones Huala, declara pertenecer a un pueblo originario y también reclama ancestrales reivindicaciones territoriales. El proyecto de Sala es reconstruir el Tawantinsuyo, el imperio de las cuatro regiones, donde Argentina como país no tiene lugar. Es decir, para reconstruir el Tawantinsuyo incaico, como el Wallmapu mapuche, es necesario desconstruir antes a la Argentina como República y desmembrarla como territorio nacional.

Aunque Milagro Sala ha declarado que se siente más próxima al cocalero Evo Morales que a Néstor Kirchner, fue el expresidente argentino quien contribuyó a que la Tupac Amarú, construyera poder como organización social y armada. Durante el gobierno Kirchnerista, Milagro Sala recibió 1.282.654.656 de pesos en el marco del Programa Federal de Integración Sociocomunitaria. También recibió del gobierno nacional 5000 bolsones de comida por mes, que llegaban directamente a las sedes de su grupo, sin pasar por dependencias provinciales o municipales. Aun cuando se presenta oficialmente como una organización social, la Tupac Amaru cuenta con «fuerzas de choque» que, según informaba el periodista Luis Andolfi del diario El Tribuno, el 20 de junio de 2013, «estarían integradas por ex miembros de Sendero Luminoso que, después de su desbaratamiento a manos de las milicias peruanas de Fujimori, se radicaron en Jujuy». Y este no es un dato menor como para que nuestras autoridades lo ignoren.

Desde 2009 que circulaban rumores acerca de que la Tupac Amaru recibía entrenamiento militar por elementos insurgentes infiltrados en Argentina de Sendero Luminoso, la organización criminal narcoterrorista peruana, que fue uno de los grupos más violentos de América del Sur. Bajo una ideología especialmente maoísta, buscaba tomar el poder por la vía armada y desató una guerra interna en el Perú que entre 1980 y el 2000 dejó casi 70 mil muertos. Según dichos rumores, Milagro Sala, había recibido adoctrinamiento y formación ideológica de Palomino Flores, cuñado de Abimael Guzmán el Jefe de la Organización Terrorista Sendero Luminoso. La Tupac Amaru posee Organización de Unidades y Compañías de asalto, similares a las del Ejército Argentino, tienen despliegue territorial, logística, Comunicaciones, Armamento contrabandeado desde Venezuela y adoctrinamiento ideológico marxista y maoísta.

¿GRUPOS INSURGENTES O TERRORISTAS?

Carmen de Carlos, corresponsal en Argentina del diario español ABC señala, en su nota del 7 de febrero de 2016, titulada «Milagro Sala, la indígena que desenterró el hacha de guerra en Argentina», confirma este vínculo: «”Un informe de inteligencia advirtió la presencia de miembros de sendero luminoso y llegó a identificar a un cuñado de Abimael Gúzman (octogenario líder del grupo terrorista peruano Sendero Luminoso). Según el mismo, colaboraban para adiestrarles en las prácticas de tiro en Cerro Ocloyas, una zona selvática, a unos 30 kilómetros de la capital”, confía un veterano periodista jujeño que, como la mayoría de los colegas de Jujuy, no firma sus crónicas».

«Poder, política, dinero, drogas, crímenes, impunidad, corrupción y muertes se trenzan en la historia de una mujer sin estudios que salió de la miseria y logró construir, con el amparo del kirchnerismo, un Estado dentro de un Estado en Jujuy», señala la corresponsal de ABC.

Gracias al apoyo del Kirchnerismo, Milagro Sala acumuló tanto poder que logró montar una suerte de estado paralelo, al que se le atribuye, incluso, la capacidad de modificar decisiones oficiales y legislativas. Durante todo ese tiempo, la Tupac Amaru organizó actos de violencia y terrorismo, similar a las del grupo mapuche RAM, dirigiendo tomas de la Legislatura, encabezando ocupaciones en la Casa de Gobierno (el episodio más conocido fue en 2007, cuando su agrupación quemó parte del Salón de la Bandera) y avanzó sobre municipios y concejos deliberantes del interior. La mayoría de las veces logró imponerse. Todos sus emprendimientos son cooperativas.

Con las viviendas, la Tupac Amaru ganó mucho dinero. Durante el gobierno Kirchnerista, el Estado les pagó como si las construyeran en seis meses, pero las terminaban en cinco. La organización (o Milagro Sala) se embolsaba la diferencia y pagaba otros gastos. También ahorraron en materiales. En el taller metalúrgico, hacían puertas, columnas y ventanas, pero de mala calidad, razón por la que actualmente, según un informe de auditoría, todas las viviendas presentan serias fallas estructurales. El mismo estipulaba la construcción de viviendas sociales a través de cooperativas en varias etapas. La Tupac Amaru debía hacer 8.532 casas, pero aparte de que hay más de 2.000 que nunca se terminaron, aquellas que fueron terminadas presentan gravísimos defectos en la construcción por la mala calidad de los materiales utilizados y las deficiencias estructurales de la construcción, según especifica un informe técnico realizado por la Justicia y que fue dado a conocer en diciembre de 2016. El dato surge de una auditoría que la Oficina Anticorrupción de Jujuy hizo en los últimos tres meses, entre fines de 2016 y comienzos de 2017, en los departamentos de la provincia en los que las cooperativas de la Tupac Amaru construyeron viviendas durante la era kirchnerista.

Según el informe de la auditoría, a lo largo de 11 años la organización de Milagro Sala recibió 1.282.654.656 pesos del Ministerio de Planificación Federal de la Nación, entonces a cargo de Julio De Vido, para levantar casas en casi toda la provincia. De ese total, 726.724.717 pesos (el 56,6 por ciento) fueron erogados, pero no ejecutados. Es decir, esos recursos salieron de las arcas nacionales, pero no se usaron para construir viviendas, fueron desviados por Milagro Sala para darles un empleo todavía desconocido, pero que se puede inferir a la luz de todos los hechos de corrupción política dados a conocer por el gobierno nacional en ejercicios de funciones, las denuncias de varios diputados y periodistas de investigación. La maniobra vuelve a poner el foco sobre la falta de control del Ministerio de Planificación y sobre Julio De Vido, que primero recibió y aprobó los registros según los cuáles determinadas viviendas ya estaban listas para ser habitadas y luego autorizó nuevas partidas para esas mismas casas, que, además, no se construyeron o nunca se terminaron.

El 90% de las viviendas de la Tupac Amaru, nunca tuvieron resolución de adjudicación. ¿Cómo era esto posible? El sistema funcionaba así. Milagro Sala le daba a cada miembro de su organización una casa, un plan, un bolsón de comida, pero para recibir estos beneficios y, sobre todo para mantenerlos y no perderlos, el supuesto beneficiario era incluido en una lista. Cada vez que había una marcha de la Tupac Amaru el beneficiario tenía que asistir y presentarse puntualmente a la hora convenida para que uno de sus guardias le tomara lista, si el beneficiario no estaba presente en la marcha de inmediato perdía todos los beneficios.

Es por esta razón que el 90% de las viviendas de la Tupac Amaru, nunca tuvieron resolución de adjudicación, porque todas las casas, bolsones de comida y beneficios sociales estaban a nombre de las Fundaciones y Asociaciones civiles de Milagro Sala, como la misma Tupac Amaru, que era la real dueña de todo, por eso tenía el poder de echar a cualquiera de su casa cuando ella quisiera ya que, al no entregarle al ocupante de la vivienda las escrituras ni estar incluido en ningún plan provincial de viviendas, podía disponer de todas estas propiedades a su antojo.

Lo peor es que Milagro Sala pretendía reconstruir el Tawantinsuyo incaico con el dinero aportado por todos los argentinos a la ANSES, sumándose así al latrocinio sistemático perpetrado por el kirchnerismo sus presidentes, gobernantes, funcionarios, militantes, todos entrelazados en una vasta red de corrupción política. Recién ahora el gobernador Gerardo Morales realizó gestiones para que 15.000 familias tengan sus casas con escrituras. A fines de diciembre de 2016, fueron entregadas 600 resoluciones.

El 25 de octubre de 2009, el periodista de La Nación, Juan Pablo Morales, informaba en su artículo «El increíble estado paralelo que levanta Milagro Sala», que la organización que comandaba la piquetera jujeña imponía a sus miembros un férreo régimen de disciplina con premios y castigos. «Su estructura de poder funciona como un estricto sistema de relojería, sobre la base de la disciplina y de sometimientos», escribe Morales. Y ejemplifica el modo en que este «sistema de relojería» funciona: «La disciplina interna también es implacable. La Nación lo comprobó en la última marcha de la agrupación, el miércoles. A las 9, decenas de personas corrían al lugar del encuentro. Aunque la marcha estaba programada para las 12, los líderes de Tupac Amaru ya tomaban lista. Los manifestantes sabían que, si no llegaban a tiempo, a fin de mes no les iban a pagar. A las 11, una mujer sollozaba dentro del grupo. Su hija todavía no había llegado: tenía miedo de que volvieran a amenazarla con quitarle la casa que le habían dado. Mientras tanto, un dirigente indígena también sollozaba, pero por lo contrario: repetía que Milagro le había dado una pensión que el Estado jamás le había podido conseguir».

El 15 de diciembre de 2016, el diario Perfil dio a conocer los desgarradores testimonios sobre violaciones a los derechos humanos a manos de Milagro Sala que actuaba con el autoritarismo, la violencia y la impunidad que el kirchnerismo alentó en todos los estamentos de la sociedad argentina. En el marco del inicio de las audiencias judiciales que enfrentó Milagro Sala, se dieron a conocer una serie de graves testimonios sobre la violencia presuntamente impartida desde la agrupación Tupac Amaru contra cientos de jujeños, con la dirigente social a la cabeza.

Víctor Mendoza, ex secretario gremial del sindicato docente jujeño, relató, fuertemente emocionado, que estuvo más de cuatro horas privado de la libertad y fue amenazado por Milagro Sala, quien lo presionó para que renunciara a su postulación como secretario de ese gremio y dejara la vivienda construida por la agrupación. «Era casi una gobernadora de la provincia», sostuvo Mendoza, quien advirtió: «aún presa sigue teniendo poder, por eso seguimos teniendo miedo».

«Me amenazó, me dijo ‘te vas’. Lo primero que hice fue llamar a mi mujer, y le dije ‘prepará a los chicos y cargá lo que puedas’. Los llevamos a la casa de mi padre. A partir de ahí fue todo persecusión. Me pusieron custodia policial, pero igual así rompieron mi vehículo. El policía que me cuidaba, esa noche se había dormido justo. Me rompieron todo y me robaron todo de adentro del auto. Nunca más volvieron los policías. Luego me entero que la Policía me buscaba, y naturalmente pensé que era por lo mío, entonces fui al Cuartel Central. Pero Milagro Sala manejaba todo. Cuando digo todo, es todo. ‘Mendoza, deje de salir en los medios, que pide mi cabeza la flaca’. La ‘flaca’ era Milagro Sala. Yo fui uno de los primeros ciudadanos que salió a denunciar. Me sorprendió que un jefe de Policía tenga tanto temor. ¿Qué me quedaba a mí? Me quedó esconderme como rata. Quiero que me devuelvan mi dignidad y la de mis hijos. Tengo mucho miedo a las represalias, porque aún presa sigue teniendo poder. Nos siguen amenazando», denunció ante los diputados».

Ivana Cecilia Velázquez, ex beneficiaria de la Tupac Amaru, aportó relató que comenzó a trabajar con Milagro Sala en 2003 y, según declaró, en 2005 le entregaron una vivienda, pero no le dieron la escritura. «Allí vivía con mi hijo. Durante el tiempo que trabajé para Milagro Sala recibí acoso y maltratos, no sólo de ella sino también de Shakira y el hijo de Sala, Sergio Chorolque». «Milagro Sala iba a la cooperativa donde trabajábamos y nos pegaba con un garrote mientras nos decía que en las marchas, a las que estábamos obligados a ir, teníamos que saltar, gritar e insultar. El acoso era permanente. Hagan algo por favor porque si sale no vamos a existir más. Tiene que estar adentro y no salir nunca más esta mujer», aseguró la mujer con la voz quebrada.

En declaraciones radiales, Martín Jorge Rodríguez, ex integrante de la Tupac Amaru, recordó: «Cuando fui a gestionar bolsones a otra agrupación, apareció Sala con su gente. Me pegó en la cabeza, me tiró al piso y me amenazó delante de tres integrantes de la Tupac, y le dijo a un empleado del ministerio que no me diera nada. Ahí empezó mi calvario porque nadie me ayudó más por indicación de ella. El episodio se repitió tres años después. ¿Sabés lo que significa en la jerga tupaquera ‘mandarte al psicólogo’. Consistía en que te encerraban en una habitación y Milagro Sala te pegaba», comentó en Radio Mitre.

Este «sistema de relojería» al que hacía alusión en 2009 el periodista de La Nación, Juan Pablo Morales, funciona de manera inexorable e implacable por medio de una férrea disciplina basada en el autoritarismo y el verticalismo que impuso Stalin en la ex Unión Soviética; Fidel Castro en Cuba y ahora Nicolás Maduro en Venezuela, y es el que impondrá el Kirchnerismo si logra volver al poder en el 2019, ya que el relojero que diseñó este sistema de precisión es el mismo. Argentina está en peligro de caer en manos del Castrocomunismo, y la única manera de obtener el total control de nuestro país, es mediante su disolución como Estado Nacional. El proceso de disolución comienza con su desmembramiento y, para ello, el Castrismo cuenta con organizaciones como la Tupac Amaru, la Resistencia Ancestral Mapuche y otras organizaciones afines que se vinculan tanto con el Castrismo, las FARC, el Chavismo y a las distintas milicias del Kirchnerismo como La Cámpora, Miles, Quebracho, MOCAVE, entre muchas otras organizaciones piqueteras.

El marxismo ha sido, en todas partes donde ha triunfado, totalitario, represor y democida. Puesto que controla todas las actividades de la sociedad, tiene que exigir unanimidad doctrinaria, puesto que la diversidad sería difícil de controlar. Hipócritamente, como sucedía en la ex URSS o sucede en Cuba, nos dicen que el régimen castrochavista de Maduro, es totalitario para beneficio del pueblo, para defenderlos del peligro del «Imperialismo Yanqui», y hasta tienen el descaro de considerar que es democrático, porque obtienen la mayoría de los votos en un sistema electoral amañado y fraudulento y si alguien se arriesgara a votar en contra sería declarado «traidor a la patria», encarcelado o muerto. Se hacen elecciones, en Venezuela como en Cuba, y estas aportan al régimen totalitario 98 por ciento de los votos, pero cuántos cubanos y venezolanos, de todas las clases, han arriesgado sus vidas para escapar hacia Estados Unidos o Argentina. Los derechos humanos no existen en los países comunistas, se desconocen por completo y se asesina por millones con total impunidad. Sin embargo, aquí en Argentina, la izquierda ha logrado que ningún delincuente ni terrorista sea tocado bajo la amenaza de denunciar al estado democrático que se defiende de violar los derechos humanos o de instaurar una dictadura.

Dictadura es la del Castrismo que desde el primero de enero de 1959 impuso al pueblo cubano los rigores del control totalitario durante casi seis décadas. La revista Times, ubicó al régimen castrista en Cuba como una de las dictaduras vigentes a escala mundial, junto a Zimbabwe, Corea del Norte, Bielorrusia y Kazajistán. Dictadura es la del régimen Castrochavista de Nicolás Maduro en Venezuela que desde hace 20 años el control de las autoridades electorales está en manos del régimen bolivariano, por lo que el fraude, en caso de ser necesario, está garantizado. El Chavismo también controla las fuerzas de seguridad, muchos de cuyos mandos están vinculados al negocio del narcotráfico, a las comisiones en el mercado de armas y a dilapidar los dineros, cada vez más escasos, de PDVSA, la empresa petrolera que el gobierno chavista ha tenido el imposible logro de quebrar y llevarla a la vetustez tecnológica. Y si estas cartas llegasen a fallar, pues para eso están los colectivos paramilitares, esos ejércitos de delincuentes llamados «milicias bolivarianas», que cuenta con un millón de elementos, flor y nata del lumpen venezolano al que Chávez ha armado con un millón de fusiles para «defender la revolución socialista bolivariana».

Si acaso por algún milagro algún opositor llegase a ganar, porque el fraude de tan gigantesco sería imposible de ocultar y el régimen castrochavista no tendría más remedio que admitir la derrota, y aun cuando los militares se viesen obligados a reconocer dicho triunfo, de inmediato saldrían esas «milicias populares» que, al mejor estilo de La Cámpora, Quebracho, Resistencia Ancestral Mapuche, Miles, Tupac Amaru, iniciarían una ofensiva de terror para producir el caos y empañar la victoria de dicho candidato. Y si en el colmo de los imposibles, ese supuesto gobierno democrático llegase a asumir, pasaría de manera más grave, lo que le sucede al actual gobierno argentino con los piqueteros kirchneristas que hacen lo posible y lo imposible para desestabilizar al gobierno democrático del Presidente Macri. Por supuesto, las organizaciones guerrilleras colombianas de las FARC estarían a la cabeza de dicha ofensiva.

Y no es porque la oposición venezolana no haya alcanzado una cota muy alta como la cresta de una Tsunami, hasta el punto de que en unas elecciones limpias en una democracia liberal, que garantiza el pluralismo y el pluripartidismo y los derechos civiles y políticos de la oposición, que puede llegar por la vía electoral al poder, esa oposición ganaría, con toda seguridad. Lo que ocurre en Venezuela es un ejemplo de construcción de una sociedad totalitaria con el obsoleto formato marxista-leninista de la dictadura de un partido único como el Estalinismo en la ex Unión Soviética o el Maoísmo en China, que controla el poder, incluyendo las ramas legislativa, judicial y electoral, con el objetivo de estructurar una «democracia» socialista o popular, pero que en la práctica entrega el control y la administración de un país a una camarilla corrupta de burócratas que, a nombre de la «dictadura del proletariado» multiplica los pobres, reduce a los obreros y campesinos de asalariados a la condición de esclavos, una caterva de delincuentes y criminales psicópatas que saquea y se enriquece ilícitamente, oprime, encarcela y desaparece a sus ciudadanos e interviene abiertamente en los asuntos internos de otros países, con el fin de exportar su «revolución».

Estas transformaciones se están produciendo en toda Latinoamérica, en distintos países, cada uno según sus características y sus ritmos. En esa línea ya han avanzan en Bolivia con Evo Morales, en Brasil con Lula, en Ecuador con Correa y en Nicaragua con Ortega; ya ha mostrado sus dientes en Argentina con el Kirchnerismo y la amenaza sigue pendiendo sobre la cabeza de los argentinos y se preparan para dar el zarpazo en Colombia.

Los argentinos debemos sacar lecciones de las experiencias cubana y venezolana. En primer lugar, no olvidarnos que un régimen totalitario puede llegar al poder por medio de una democracia liberal por la vía de las elecciones. Una vez en el gobierno comienzan, gradualmente, los ataques a las instituciones democráticas, concentrando el poder y asegurándose período por período la reelección indefinida, mediante reformas ilegales, fraudes electorales, persecución ideológica de los opositores, etc. Simultáneamente, comienzan a obtener el control de las fuerzas armadas a punta de corrupción de los altos mandos e ideologización de quienes comienzan su formación militar. Cuando el país se da cuenta, ya tiene un partido marxista gobernando, con un líder inamovible, como Fidel Castro o Nicolás Maduro, una constitución que afecta gravemente la propiedad privada, el control de los sectores estratégicos de la economía y aparatos paramilitares que espían, reprimen y controlan al pueblo.

Es este tipo de Estado, encarnado en Cuba y en Venezuela, en el que quiere convertirnos el Kirchnerismo si volviese al poder en el 2019. Los argentinos hemos visto que varias etapas de ese proceso de transformación de un estado democrático en un estado totalitario se cumplieron durante los doce años del kirchnerismo dentro de un programa de acción calculado para 19 años, por eso el propio Néstor Kirchner solía hablar de los «19 K». Colombia, a través del acuerdo del Presidente Santos para las «negociaciones de paz» con guerrillas que son aliadas estratégicas de las dictaduras cubana y venezolana corre el riesgo de caer en las garras de las FARC que luego de sufrir una grave derrota militar durante el gobierno del expresidente Uribe ahora intentan tomar el estado desde el estado.

Ataque ONU Narcoestado Mapuche

Fuente: © Hora 25 | APIS Digital

Video:  Patricio Lons

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Publicado por Patriota Furioso

Debido al aprovechamiento de parte del Establishment político nacional para satisfacer sus fines y necesidades ególatras propias, y desfavorecer concientemente el derecho de todos y cada uno de los Chilenos en tener un país próspero, con una política de control "migratorio decente", con unas fuerzas armadas sólidas para un mejor Chile en todo aspecto. Los Chilenos nos asqueamos, nos hartamos y estamos hasta la coronilla de que nos vendan a intereses extranjeros como la ONU , La U.E, y a ONG´S para que aquellos posicionen sus políticas progres y degeneradas como si nada, y se pasen como pedro por su casa e instalen sus agencias financiadas con nuestros dineros que aporta el ciudadano común con impuestos y contribuciones. LOS CHILENOS DECIMOS NO MÁS !!!

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